Cuando se habla de impuestos y el sector agropecuario, hay una idea que son dos temas que poco se vinculan, sin embargo la realidad es otra y muy distinta.

Con el incremento del Impuesto al Valor Agregado, de 12% a 14%, en el mes de abril, mucho se mencionó, que esto de ninguna manera afectaba a los productos agroalimentarios, sin embargo la realidad es muy distinta a lo planteado.  El IVA se lo encuentra en muchos ámbitos de las cadenas agro alimentarias, desde la fase de producción, hasta la fase final de comercialización, pese al hecho, que si es cierto que los productos se los expende sin que exista carga del impuesto, de manera visible.

En la fase de producción primaria, el IVA está presente en muchos de los insumos y materiales requeridos de manera directa o indirecta en la producción.  La necesidad de cercado de las propiedades, indistinto de su tamaño, requieren de alambre de púas, dentro de lo más usado, y este grava IVA.  En la gran mayoría de los repuestos para los implementos y equipos agrícolas, también se encentran gravados, con lo cual todo ese impuesto que pagan los productores, es sumado como gasto, y por ende se representa en los costos de producción, de manera incremental.

Cuando los productos son cosechados, estos deben ser embalados y transportados, bien sea a una industria o a mercados, para su procesamiento y/o venta.  Los embalajes tienen que pagar IVA, al igual que los costos de los combustibles, repuestos y buena parte de los servicios requeridos para la movilización de productos.  En el proceso de industrialización de muchos, que pueden no tener IVA para el consumidor final, si se encuentran gravados los insumos requeridos para su procesamiento.

El Impuesto al Valor Agregado, no deja de ser un costo adicional indirecto distribuido en toda la cadena agra productiva, y que se aplica a la gran mayoría, sino todos los productos agropecuarios, que abastecen los mercados nacionales.  Todos estos costos indirectos de una forma u otra, se traslada al consumidor final, o en su defecto retira la liquidez y posibilidad de reinversión de productores.

El Ecuador, se ha venido incrementando impuestos que de manera directa o indirecta han incrementado los costos de producción, y por ende han reducido la competitividad de los productos agropecuarios y agros industriales.  Estas políticas tributarias, solo han contribuido al incremento de la pobreza y migración rural, tema que poco o nada aporta al desarrollo de un país.

 

Autor:

Rodrigo Gómez de la Torre
Presidente Cámara de la Agricultura Zona 1

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