En el cantón Cevallos, provincia de Tungurahua, son varios los agricultores que dan una mejor utilidad a sus pequeños huertos. Manuel Álvarez, presidente de la Asociación de Producción Alternativa Agua Santa, es uno de ellos, toda su vida se ha dedicado a las labores del campo, pero hoy en día sus conocimientos los ha sumado a las instrucciones técnicas, alcanzado mejores resultados.

Álvarez, levantó su finca integral hace cuatro años, en su huerta que abarca una extensión de media cuadra – alrededor de 3.500 metros cuadrados -. Aquí encontramos frutales, hortalizas, tubérculos, legumbres, cereales y animales de especies menores como cuyes y gallinas.

“Del proyecto 2KR yo recibí un núcleo reproductor de cuyes, que consta en la infraestructura de la cuyera, con quince hembras y dos machos. En este cantón se implementaron 40 galpones de cuyes, a los cuales el técnico pecuario da seguimiento”, dijo.

Esta convivencia de familiaridad entre agricultores y técnicos, contribuye a la tecnificación de las labores en el campo, mediante la implementación de fincas integrales. Esto ha permitido el aprovechamiento de recursos y de sus tierras a través de la diversificación de los cultivos.

Las fincas integrales son un instrumento práctico de la extensión participativa bajo el enfoque de la agricultura sostenible, que permite evaluar y adaptar, tanto las innovaciones tecnológicas, como realizar procesos de capacitación en servicio de los agricultores.

Van a ser cinco años desde que el Ministerio de Agricultura y Ganadería, implementó la estrategia Hombro a Hombro, con el propósito de fortalecer la actividad agrícola, ganadera, la gestión social y el mejoramiento de la productividad, con la atención oportuna y permanente de técnicos veterinarios y agrónomos.

José Castro, técnico de la estrategia Hombro a Hombro, dijo que desde un inicio este programa tiene la prioridad de incentivar a los agricultores el sembrar su propia comida, es decir, fomentar la seguridad alimentaria de los propios habitantes del campo para que así no tengan que acudir al mercado.

“Para constituir una finca es fundamental tener un área de terreno para allí sembrar hortalizas, legumbres, y algo muy importante, la parte proteínica, a través de la producción de animales. Además se aprovechan los desechos de los animales para fertilizar los terrenos, así se completa el círculo de producción integral”, enfatizó Castro.

Con estas prácticas agrícolas, el Ministerio de Agricultura y Ganadería ha impulsado la productividad, a la vez, fortalecer la economía familiar campesina, creando canales de comercialización, agronegocios y centros que capten  la producción de los sectores campesinos y  les permita sostener y retener una parte del valor de los productos.

Fuente: Magap | ElProductor.com

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