Después de tres días de diálogos, la novena cumbre de BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) finalizó este martes con un llamado a elevar la voz de los mercados emergentes y de los países en desarrollo para lograr una mayor sostenibilidad en la nueva ordenanza mundial.

“Debemos desempeñar un papel más constructivo, fomentar la comunicación y justicia internacional, la equidad, para que la globalización sea más inclusiva, equitativa, abierta (…) Elevar la voz de mercados emergentes y conseguir un desarrollo sostenible”, dijo el presidente de China Xi Jinping en su discurso final.

En el encuentro, que se realizó en la ciudad costera de Xiamen, participaron los líderes de los cinco países que conforman el bloque, más los jefes de Estado de México, Tailandia, Egipto, Guinea y Tayikistán, que acudieron como naciones invitadas.

Entre los acuerdos a los que llegaron también está el establecer estrategias de desarrollo conjuntas en economía, comercio, inversión, facilitar el comercio, la inversión y la asociación pública privada.

Con el objetivo de alcanzar una segunda “década dorada” de trabajo, los líderes de Brics aprobaron un documento con 71 puntos de trabajo en temas como, seguridad internacional, intercambio de personas a través de eventos culturales, impulso al comercio electrónico y lucha contra el terrorismo, entre otros.

“Vivimos un momento importante sobre seguridad internacional y comunicación política entre países. Debemos elaborar y lograr la paz mundial y los líderes de los Brics creemos que nuestros países son grandes activos para alcanzar esta estabilidad”, expresó el mandatario chino.

Según dijo, en la cita también se abordaron temas como el cumplimiento de la Agenda 2030 implementada por la ONU, y acordaron “mantener un orden internacional justo y equitativo basado en el papel central de las Naciones Unidas”.

Para ello, los miembros del Brics esperan «fortalecer la solidaridad y cooperación” de los países en desarrollo con el fin de aprovechar la “oportunidad histórica” que representa el ajuste de la estructura económica mundial.

A decir de Xi, el nuevo momento que atraviesa el orden internacional en cuanto a revolución científica e industrial genera motores de crecimiento para las nuevas economías emergentes y les permitirá ganar terreno en el orden mundial y reducir la brecha entre las naciones desarrolladas y las que se encuentran en proceso.

“Los mercados emergentes y los países en desarrollo deben atreverse a innovar y reformar y a impulsar drásticamente la reestructuración económica, con el fin de liberar su poder interno de crecimiento”, destacó Xi.

Agregó que pese a los desafíos económicos que ha enfrentado la economía mundial, esta se está recuperando y ahora se piensa en el futuro con optimismo y los países del grupo apostarán más por la cooperación Sur-Sur.

Más temprano, en la reunión con el bloque de economías emergentes, conformado por los países que conforman el Brics, más las naciones invitadas, Xi anunció que Pekín donará 500 millones de dólares para ampliar la cooperación Sur-Sur.

Según él, ese dinero será utilizado para que los países puedan utilizarlos para hacer frente a desafíos como el hambre, los refugiados, el cambio climático y la salud pública.

«Los países de mercados emergentes y los países en desarrollo representan el futuro del desarrollo del mundo (…) promover la cooperación internacional y aplicar el programa de desarrollo sostenible es lo que merecemos”, concluyó.

La ejecución de los puntos acordados durante estos tres días serán evaluados en la siguiente cumbre que se desarrollará en Johannesburgo el próximo año, cuando Sudáfrica asuma la presidencia del Brics.

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