Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Zurich evidenció que la hormona vegetal strigolactona podría hacer posible cultivar en el espacio y otros mundos, debido a que apoya la simbiosis entre los hongos y las raíces de las plantas, haciendo que crezcan, aun y cuando estén en condiciones difíciles en el espacio.

El investigador Lorenzo Borghi, quien lideró el estudio, explicó que la iniciativa surge respondiendo a la inquietud de proveer alimentos de forma sostenible para las personas en el espacio mediante cultivos in situ. Sin embargo, los suelos en la Luna y en otros planetas son más bajos en nutrientes en comparación con el de la Tierra.

Entonces, la alternativa sería transportar el suelo rico en nutrientes y los fertilizantes al espacio, aunque tiene un alto costo económico y ecológico.

Buscando una posible solución, el grupo de investigación se concentró en el proceso de la micorriza, una asociación simbiótica entre los hongos y las raíces que suministran a las raíces de la planta agua, nitrógeno, fosfatos y oligoelementos adicionales del suelo. A cambio, obtienen acceso al azúcar y la grasa que produce la planta.

Finalmente, Borghi expresó: “Esto parece ser posible usando la hormona estrigolactona. Nuestros hallazgos pueden allanar el camino para el cultivo exitoso en el espacio de los tipos de plantas que cultivamos en la Tierra”.

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