Se caracteriza por ser resistentes al movimiento y adherirse eficientemente a la fruta sin alterar sus propiedades originales

Investigadores de la Universidad de Chile idearon la innovación “bioenvases a partir de quitosano y quínoa”, consistente en el desarrollo de películas compuestas por proteínas de estos productos, caracterizadas por ser resistentes al movimiento y adherirse eficientemente a la fruta sin alterar sus propiedades originales, además de obtener una barrera antimicrobiana que permite aumentar la vida útil de frutas frescas y mínimamente procesadas.

“Esta invención cumple con los estándares mundiales que actualmente se exigen para reducir la contaminación por el uso de envases y plásticos sintéticos para la distribución de alimentos. No sólo evitamos los períodos cortos de madurez y senescencia en frutillas, arándonos y tomates cherry de exportación, sino también se logra la protección contra agentes externos”, señaló la directora del proyecto y académica de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Lilian Abugoch.

“El uso de los recubrimientos que hemos desarrollado ha permitido el aumento de la vida útil de frutillas y arándanos en un 50%, la disminución de pérdida de peso durante el almacenamiento, una mejora en su textura y una reducción significativa en el crecimientos de hongos y levaduras”, agregó Abugoch.

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