Si otros países de la región no facilitan el ingreso de productos ecuatorianos a sus mercados, Ecuador traza una ruta para hacer algo parecido. A eso se resume el castigo que, de forma silente, el país ha empezado a aplicar a 38 subpartidas arancelarias de productos que provienen de Colombia y Brasil. Y aunque los empresarios entienden la medida, no comparten la forma en que esta se aplica. Se quejan de las trabas que esto genera en su actividad diaria y advierten sobre un posible encarecimiento del producto importado.

Amparado en las normas del Acuerdo de Cartagena, que plantea la libre comercialización entre países, Ecuador decidió aplicar hace unas semanas la figura de ‘duda de origen’ a ciertos productos como el calzado o los repuestos que vienen de Brasil, o los confites o ciertos textiles que se fabrican en Colombia

La medida implica que estos productos, una vez que han ingresado a la Aduana, empiecen a ser calificados con parámetros más rigurosos que demuestren su origen. Y que, hasta que eso se dé, los importadores estén obligados a cancelar una garantía por el pago de aranceles que, en caso de irregularidad, tengan que gravarse a estos artículos.

Las restricciones para Colombia se aplicaron a través de la resolución 004-2017, firmada el pasado 25 de agosto por el Comité de Comercio Exterior (Comex). Para Brasil, se lo hizo mediante un oficio que fue enviado el pasado 31 de agosto al Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae).

EXPRESO solicitó detalles de los motivos que originan estas medidas, pero ninguna de las dos entidades ha atendido, hasta el momento, este pedido.

Gabriela Uquillas, experta en temas aduaneros y asesora empresarial, explica que ambas medidas se justifican legalmente por las restricciones que por años viene aplicando Colombia a ciertos productos ecuatorianos como el arroz; y Brasil, al banano y el camarón ecuatorianos. No obstante, ella y los importadores cuestionan la forma de aplicación y los efectos económicos que esto está generando.

No solo critican que para el caso de Brasil aún no exista un acuerdo ministerial, sino el hecho de que se exija el pago de aranceles o de garantías.

Andrés Torres, representante de la empresa Zapec, rechaza que las autoridades no hayan advertido con tiempo al sector importador. Se les “ha informado de la noche a la mañana”, dijo. De esta forma, “¿de dónde sacamos ese dinero?”, se pregunta el representante de esta firma que distribuye calzados a diferentes cadenas comerciales como De Prati y Eta-Fashion y que, ahora mismo, dice tener retenidos unos 10.000 pares de zapatos en la Aduana.

En la misma situación están otros 60 importadores de calzado. La situación es crítica, explica Margott López, gerente administrativa de Shoes Tatiana, si se toma en cuenta que este es el mes en el que los comerciantes empiezan a abastecerse de la mercadería que se expenderá en época navideña, y si se mide la eventual especulación de precios que esto podría causar.

Los importadores explican que con el pago de garantías, muchos de ellos tienen la dificultad de fijar precios, valores que, para evitar perder, podrían tender a fijarse al alza. “En nuestro caso, nosotros hemos pagado ya una garantía por tres contenedores, pero no sabemos si eso es algo que vamos a recuperar”, manifestó López, quien también hace hincapié en el efecto que esto podría tener en el sector laboral. Su firma, explica, distribuye zapatos a través de catálogos, una actividad de la que viven cerca de 12.000 personas.

Estas nuevas exigencias aún no han provocado un pronunciamiento oficial por parte de autoridades de países vecinos, pero sí el rechazo de gremios locales como la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), que consideran que se trata de una disposición que, aunque se adopta para castigar a naciones vecinas, afectará el comercio local.

Colombia cederá ante el arroz local

Colombia empieza a dar señales de ceder a esta batalla. Ayer el Ministerio de Comercio Exterior informó que el país vecino, después de 13 años, abrirá sus puertas al arroz ecuatoriano a partir de diciembre próximo. No obstante, no informó si esta resolución obligaría al ministerio a analizar las nuevas medidas comerciales que viene adoptando.

Igual suerte espera tener el sector camaronero del país, que continúa negociando con Brasil su ingreso. Por eso este gremio prefiere, y así lo ha solicitado, no aplicar la retaliación en este producto.

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