Bajar costos de producción y cuidar el terreno para futuras siembras, son los principales beneficios que ven los arroceros con el uso de las cosechadoras de 3,5 toneladas, en reemplazo de las 7 t., al momento de recolectar la gramínea.
Esta tendencia, menciona Juan Carlos Laines, representante de la Importadora ILGA, se registra desde hace dos años en el sector arrocero del Litoral.
Laines comparó que en el transporte de una cosechadora pequeña un agricultor invierte, dependiendo de la distancia, un promedio de entre $ 50 a $ 60, en cambio con una grande el costo aumenta a alrededor de $ 160 y $ 200.
“Básicamente es por el peso de la máquina, la que ofrecemos pesa 3,5 toneladas, versus la otra que es el doble, y que hace que el terreno sufra y se deforme, lo que implica más gastos al agricultor al momento de arreglar la tierra para la siguiente siembra”.
La cosechadora pequeña que ofrece al mercado ILGA tiene una tolva con capacidad de absorción de siete sacas de arroz de 200 libras. “Esta máquina puede cosechar en el día, 250 sacas”, comentó Laines, tras acotar que el precio de la máquina que ofrece su representada es de $ 33.800, mientras una grande está en $ 250.000.
Otra empresa que también comercializa este tipo de cosechadoras es Unión Agrícola S.A.. Víctor Ortiz, gerente de ventas de la empresa, manifestó que las máquinas dejan zanjas grandes en el suelo, lo que implica un mayor uso del tractor con el romplow (rastra) para nivelar el suelo.
“Ahora, un pequeño agricultor puede comprar una máquina de estas en $ 26.000, obteniendo muchos beneficios en poco tiempo”, señaló Ortiz.
Dicha compañía ofrece una cosechadora con capacidad de siete sacas en tolva (bodega interior donde va el arroz), y recolectar hasta 400 sacas en un día.
Productores ven los beneficios
Uno de los agricultores que utiliza en la actualidad este tipo de cosechadoras es Eleuterio Bajaña, productor del recinto San Pedro, del cantón Santa Lucía (Guayas), quien comentó que hoy en día los dueños de las cosechadoras grandes de arroz cobran $ 40 la tolvada, mientras los de las pequeñas $ 20.
“Nosotros ya no usamos las maquinarias grandes porque dejan demasiado dañado el terreno, sobre todo en invierno, por eso ahora utilizamos las pequeñas porque son livianas y su traslado es más conveniente”.
Aquello es compartido por Julio Salazar, arrocero, quien el viernes pasado visitó la cuarta Feria de Insumos y Maquinaria Agrícola, que organizó la Asociación de Productores Agrícolas Autónomos Los Caídos, del cantón Santa Lucía.
“Estas cosechadoras son muy convenientes para nosotros, ya que no usan llantas como las otras, sino un tipo de movilización oruga, y esta no se entierra en el terreno”, mencionó Salazar, quien en su última cosecha de arroz usó este tipo de maquinaria.
En el evento de Santa Lucía, el gerente de la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA EP), Héctor Ballesteros, dio a conocer que se continúa vaciando los silos fijos de la entidad para receptar el arroz de la actual cosecha.
Comentó que se trabaja en un plan emergente, que incluye el uso de silos bolsa y la contratación de empresas privadas, para brindar un espacio oportuno para el arroz de los productores.

1 COMENTARIO

  1. Kamaradas de Oriza Sativa.- no se puede negar las bondades de las cosechadoras pequeñas, que en el caso de J. ESPINOSA vende la marca DONG FENG, motor 98 cv, PESO 2.800 Kg. picador de paja y tolva de 7 sacas; pero al ser representantes de NEW HOLLAND, conocemos perfectamente la diferencia en costos de entre un pajarito de éstos y una de 30 sacas la tolva (TC5070). La gran ventaja de las pequeñas como se ha dicho es el cuidado de suelo y el fácil acseso a las pequeñas parcelas, de allí no más. El costo real de éstos juguetes los vemos a los 2 o 3 años en que nos enfrentamos a la revetna. Concluyendo, son otra escala de mecanización.

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