Un grupo de especialistas del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglás en inglés)  y la Fundación Omacha registró en la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno, en Sucumbíos, 48 individuos de las dos especies de delfines de río que existen en el Ecuador.

Con esta información se busca levantar datos que ayuden a estimar la poblaciones de estos mamíferos en el país. Esta expedición es parte de los esfuerzos del colectivo Delfines de Río de Suramérica que busca impulsar la investigación y conservación de estos mamíferos desde un enfoque regional y transfronterizo, informó la WWF a través de un comunicado.

La expedición tuvo una duración de tres días con jornadas de 12 horas de trabajo, recorriendo en lancha cuatro de los ríos del sistema lacustre de Cuyabeno: Aguarico, Lagartococha, Cuyabeno y Cocaya.

Durante la misma, se recorrieron en promedio de 10 a 12 km por hora. La progresión fue lenta pues se deben recoger datos y anotarlos correctamente en los formularios de campo. El objetivo primordial era avistar la mayor cantidad de delfines posible.

Utilizando una metodología aprobada y avalada por la comunidad científica los datos obtenidos permitirán muestrear individuos en esta área para determinar el tamaño de sus poblaciones, identificar sus hábitats, áreas importantes para la conservación y determinar las amenazas a las que se enfrentan.

La gran mayoría de los delfines, 45 de ellos, son los ya conocidos delfines rosados (Inia geoffrensis) y los otros tres individuos son delfines grises (Sotalia fluviatilis), una especie mucho menos común en la zona del Cuyabeno.

El avistamiento de estos últimos individuos en particular emociona a los científicos. El último estudio realizado en el año 2012 para determinar la diversidad biológica y cultural del corredor trinacional de áreas protegidas La Paya, Cuyabeno, Güeppi Sekime, determinó que en la zona del Ecuador se pudieron observar de 21 a 32 individuos de delfines de las especies mencionadas anteriormente.

«A pesar de que la expedición fue un éxito con respecto a la cantidad de individuos observados, la realidad en el Ecuador, y en toda la región, es otra. Estos mamíferos se encuentran amenazados a lo largo y ancho de la Amazonía por una variedad de razones», sostiene la WWF.

La más importante es la degradación de su hábitat (los ríos). Luego está la contaminación causada por la minería, las prácticas agrícolas y el mal manejo de aguas residuales en centros urbanos río arriba, han degradado la calidad del agua y afectado a los delfines y sus presas.

Además, la construcción de infraestructura como hidroeléctricas y represas causan interrupciones en el flujo de ríos, y no permiten que delfines, y cientos de otras especies, circulen libremente por los ríos amazónicos.

La WWF sostiene que la conservación de los delfines de río es clave para la salud general del bioma amazónico: «La Amazonía es una región que se caracteriza por su almacenamiento de agua, en realidad, 20% del agua dulce del mundo está albergada en el bioma amazónico. Su rol de regulación del clima y captación de CO2 dependen en gran parte de las grandes cantidades de agua disponibles«.

Sin embargo, la calidad del agua es igual de importante que la cantidad. Los ecosistemas acuáticos amazónicos son ecosistemas vivos y el hábitat de aproximadamente 800 especies de peces.

Los delfines son clave para mantener el estado de salud de los ecosistemas acuáticos amazónicos, pues son lo que se conoce como una especie paraguas. Al estar ubicados en el peldaño más alto de la cadena alimenticia, su estado de conservación es un reflejo de la salud general de los ríos.

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