Diego Martínez, gerente general del Banco Central del Ecuador, respondió a algunas inquietudes sobre el reajuste del Presupuesto General del Estado (PGE) y explica las medidas implementadas, para afrontar las dificultades por la merma de ingresos por la caída del precio del petróleo y la apreciación del dólar. ¿Qué implicaciones podría tener que el presupuesto 2016 sea recalculado con un precio de $25 por barril del crudo? Como lo anunciará en su momento el Ministerio de Finanzas, el ajuste en el presupuesto implica que habrá un recorte adicional en el gasto que estaba previsto para este año. Pero esto es necesario por una sencilla razón.
Los ingresos que estaban contemplados en ese presupuesto no se van a dar en la magnitud en que estaban previstos y, por tanto, es necesario recortar. Si bien el ingreso petrolero no se dirigía hacia el presupuesto, desde aquel sí se tiene que financiar algunos gastos como, por ejemplo, la importación de derivados por unos $4.000 millones. No podemos cometer la irresponsabilidad de dejar desabastecido el mercado nacional de derivados. Es decir, habrá un recorte adicional en los rubros de inversión y en gasto permanente.
Una segunda afectación está relacionada con una necesaria revisión de la tasa de crecimiento proyectada para 2016 (…) La economía ecuatoriana desarrolló suficientes capacidades para aguantar shocks fuertes como los que hemos vivido desde finales de 2014; un shock ha durado un año y medio y ha afectado a los presupuestos de 2015 y 2016. Con el nuevo precio de crudo, estimamos que el crecimiento de 2016 será menor del 1%, pero todavía positivo. A finales de este mes anunciaremos cuánto creció la economía en 2015 y, también, la previsión oficial para 2016.
Estimamos que el crecimiento económico en 2016 será similar al crecimiento de 2015, es decir, un 0,3 o 0,4% del PIB. ¿Qué significa esto? La economía ecuatoriana va a seguir creciendo todavía a pesar del fuerte impacto que sufrió durante 2014 y 2015, con una reducción de ingresos de exportaciones de aproximadamente $7.400 millones. Esta reducción implica el shock externo más fuerte para Ecuador desde que estamos dolarizados pero con una diferencia con aquello que pasó en 2008 y 2009. Y esa diferencia es que la apreciación del dólar no fue tan fuerte y, por lo tanto, nuestras exportaciones no perdieron competitividad de la manera en la cual hoy la han perdido.
Esto está agravado por una guerra de divisas en toda Latinoamérica en virtud de la cual países como Colombia han devaluado por encima del 60%. ¿Cuáles son las necesidades de financiamiento? El programa de financiamiento asciende a $6.900 millones. Y, entre 2014 y 2015, el déficit comercial subió de $ 700 millones a unos $ 2.000 millones. Si no hubiéramos aplicado decisiones como las salvaguardias, el déficit habría sido más alto y habría afectado a la dolarización.
Su protección es nuestro objetivo de política. Si nosotros como país exportamos menos de lo que importamos, sencillamente existen menos dólares. Por eso, desde que comenzó a caer el precio del crudo en 2014 se afectaron los niveles de liquidez. Nuestra preocupación es que esos niveles no sigan cayendo. ¿Existen condiciones para adquirir más deuda? El Ministerio de Finanzas tiene previstos desembolsos por $ 6.900 millones para este año. Su objetivo es compensar el saldo negativo que tenemos en la cuenta comercial corriente para evitar que exista mayor merma en la liquidez.
También ponerse al día en pagos, pero no nos olvidemos que el tema de financiamiento se hace porque tiene una dificultad momentánea. El financiamiento viene preparándose desde hace años. Hace un año, el Ministerio de Finanzas anunció un paquete de financiamiento por unos $ 3.000 millones para los próximos años que se prorrateaban en varios años. La semana pasada llegaron $820 millones con los cuales Finanzas irá poniéndose al día en pagos.
¿Qué otras medidas se tomaron para mantener la liquidez? Hasta septiembre de 2015, cuando se endeudaba en el exterior y tenía que repagar esos créditos, el sector privado tenía que pagar el 5% por el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD). Desde ese mes hemos exceptuado a todas las entidades privadas, particular pero no exclusivamente a las financieras privadas, para que no tengan que pagar el ISD cuando obtengan capitales que vengan por un plazo mayor a un año. También decidimos que, ante la reducción de liquidez, no tiene sentido que se haga el aporte al fondo de liquidez que estaba contemplado para este año. Según la norma, estaba previsto que las entidades financieras privadas aporten $ 270 millones adicionales este año. Decidimos suspender ese aporte.
Esto no significa que se reduzca el fondo de liquidez sino que no se efectuará el incremento que estaba previsto para alcanzar un monto de $ 2.500 millones (…) Esto significa que estamos cuidando la posición neta de la reserva nacional. Por otra parte, en este momento, la Reserva Internacional está en unos $ 3.350 millones (3,3% del PIB) y es mucho más alta que los $2.400 millones que las entidades financieras privadas tienen depositados en el BCE. Una eventual prolongación de las salvaguardias, ¿es compatible con las normativas multilaterales? Las salvaguardias son una medida permitida en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Su característica es tener un carácter temporal. Su objetivo es salvaguardar la situación macroeconómica externa que enfrentan los países y que dura mientras se enfrentan esas dificultades externas. (…) La situación de shock externo no ha sido superada, es decir, el precio del crudo continúa muy bajo. Desde esta perspectiva, para un ecuatoriano, es más barato comprar en el exterior porque el dólar es una moneda demasiado fuerte y eso es algo que afecta a la economía nacional (…) Si levantamos la salvaguardia de hoy para mañana, lo que ocurriría es que todos los ecuatorianos, por un efecto de precios, correrían a comprar en el exterior. Y así se afectaría la industria y el empleo (…) Hay un compromiso de desmontar la salvaguardia, pero también existe una realidad: el shock no ha pasado. Tomaremos la decisión que sea oportuna en el momento oportuno.
En el último balance del BCE se contabilizaron $ 540 millones como crédito neto al Gobierno Central. ¿A qué se refiere ese rubro? Se trata de operaciones directas, a menos de un año plazo, realizadas a través de los Certificados de Tesorería (Cetes). El BCE le entrega liquidez al Ministerio de Finanzas. Su razón de ser: no podemos paralizar el Estado y la economía porque cuando el Estado se paraliza, se paraliza la actividad privada. Si paralizamos irresponsablemente el Estado, más allá de los recortes que responsablemente estamos haciendo, significaría una mayor afectación para los actores privados y para el empleo. Por eso hemos decidido hacer operaciones de corto plazo de liquidez.

Fuente: El Telégrafo | ElProductor.com

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