Ecuador, que hasta hace una década era deficitario de energía y sufría apagones, se nutrirá de energía limpia y se convertirá a medio plazo en exportador, gracias a las hidroeléctricas construidas por empresas chinas.

El interés de China por financiar y construir proyectos hidroeléctricos en el país sudamericano con inversiones millonarias es fruto del impulso a la relación comercial y financiera entre ambas naciones desde 2007, según el Gobierno ecuatoriano.

La última visita oficial que realizó a China el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en enero de 2015, contribuyó a fortalecer la cooperación política, económica, comercial, energética, educativa, científica y tecnológica.

En una entrevista televisada transmitida el pasado domingo, el mandatario explicó que «antes de tener hidroeléctricas se tenía que quemar combustible, que era importado, en las termoeléctricas para generar electricidad» en su país.

Actualmente, empresas chinas construyen seis de las ocho nuevas centrales hidroeléctricas de Ecuador, que se prevé que entren en funcionamiento este 2016. Hasta ahora, se han inaugurado tres hidroeléctricas y el resto avanza en su ejecución.

Estas plantas contribuirán a lograr el objetivo del Gobierno de transformar la matriz energética, con más del 90 por ciento de electricidad generada por el agua.

Entre los proyectos que construyen empresas chinas están Sopladora, Minas San Francisco, Delsitanisagua y Coca Codo Sinclair, el más importante. Esta hidroeléctrica, ubicada en el cantón Quijos, de la provincia amazónica de Napo, generará 1.500 megavatios de energía que abastecerá el 30 por ciento de la demanda nacional.

La obra está a cargo de la empresa estatal china Sinohydro, famosa por haber construido en su país la presa de las Tres Gargantas, la mayor infraestructura de este tipo en el mundo.

En entrevista con Xinhua, el gerente de la empresa Sinohydro en Ecuador, Liu Aisheng, afirmó que el proyecto ha sido posible gracias a la buena relación bilateral entre China y Ecuador, la estabilidad política y el interés del Gobierno en desarrollar proyectos que beneficien al pueblo.

«La estabilidad política es un elemento decisivo, también es la condición básica y la premisa importante para realizar inversiones en los proyectos estratégicos y otros sectores de energía», apuntó.

La relación con China se ha fundamentado en los créditos, la explotación petrolera y las inversiones en obras de infraestructura, como puentes y caminos.

El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, sostiene que Ecuador busca atraer a aquellos inversionistas que, al igual que su Gobierno, «tienen la convicción de que las ganancias deben ser mutuas».

Con la entrada en operación de todas las hidroeléctricas, Ecuador prevé ahorrar 1.300 millones de dólares al año en importación de combustibles. Solo con el proyecto de Coca Codo Sinclair, evitará un gasto anual de 600 millones de dólares, dijo el presidente Correa.

«Si Coca Codo Sinclair hubiera estado hace 30 años no tendríamos deuda externa», razonó.

Según los responsables del proyecto, hasta fines de este mes se ha avanzado en el 90 por ciento la obra, que comenzó en 2009.

«Es un proyecto emblemático de la cooperación exitosa entre dos países. También demuestra el alto nivel de tecnología y buen cumplimiento de contrato de las empresas chinas», dijo Liu Aisheng.

Sostuvo que las inversiones en proyectos energéticos son rentables y China tiene capacidad para transferir su tecnología para alcanzar el objetivo del beneficio mutuo para ambos países.

«Ecuador tiene abundantes recursos naturales, cuesta barato explorarlos y tiene un buen rendimiento económico», subrayó.

El analista económico Alberto Acosta Burneo comentó a Xinhua que el financiamiento de China en proyectos estratégicos de Ecuador ha sido «muy oportuno», porque coincidió con la moratoria que declaró el país andino en el pago de su deuda externa en 2008 por considerarla ilegítima.

«Ecuador tuvo la opción de conseguir financiamiento chino y eso le permitió hacer obras de infraestructura importantes; esto es positivo», indicó, y destacó que las hidroeléctricas traerán grandes beneficios a Ecuador.

Beneficios

El comienzo de las operaciones de las hidroeléctricas abre la puerta a Ecuador para exportar los excedentes de energía para atender la demanda de naciones vecinas como Colombia, al norte, y Perú, al sur.

Por lo pronto, Colombia anunció la compra de siete gigavatios-hora diarios a Ecuador para suplir la demanda suministrada por algunos de los principales embalses e hidroeléctricas. Esa primera exportación significará más de 100 millones de dólares para Ecuador.

El ministro de Electricidad, Esteban Albornoz, enfatizó que esto «es el resultado de una planificación adecuada y una inversión inédita en el sector eléctrico nacional».

Según el Gobierno, el país tiene un potencial de producción energética de 20.000 megavatios, mientras que el costo de la energía es el más bajo de la región.

Ecuador también tiene como meta establecer una especie de corredor energético que incluya además a Chile y Bolivia.

Empresas chinas, también en otros sectores

La participación de empresas chinas se ha extendido también a otros sectores como el petróleo y la minería.

En la visita que realizó en diciembre pasado a China, el vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, promocionó un portafolio de proyectos de inversión en la industria siderúrgica, un astillero, una farmacéutica y en la Refinería del Pacífico, un complejo petroquímico que se construye en la provincia de Manabí (suroeste).

Fruto de esa visita, Ecuador consiguió créditos por 2.800 millones de dólares ofrecidos por bancos comerciales y públicos del país asiático.

El vicepresidente ecuatoriano sostiene que la relación entre Ecuador y China «ha dado frutos y es exitosa», además, que China «es un aliado estratégico» para el país andino.

 

 

 

Fuente: Andes | ElProductor.com

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