Luis Rodríguez Moreira es uno de los pescadores artesanales de la playa El Matal, del cantón Jama, que regresó a su trabajo en el mar después de varios días del terremoto ocurrido el pasado 16 de abril de 2016, que afectó principalmente a las provincias de Manabí y Esmeraldas.

Aproximadamente dos quintales de lenguado fresco capturó Rodríguez frente a la costa de El Matal en su primera faena de pesca, que los comercializó en la localidad por un valor de 100 dólares.

“Los pescadores de la zona hemos decidido retomar nuestras labores; no podemos quedarnos en casa, si queremos que nuestro pueblo se levante debemos hacerlo trabajando”, dijo Rodríguez 

En el cantón Jama trabajan aproximadamente 300 embarcaciones artesanales que capturan picudo, wahoo, cabezudo, camotillo, colorado, corvina roja, lenguado, pámpano, camarón langostino, entre otras especies.

Giovanny Intriago, pescador artesanal, de Puerto Cabuyal (Jama) es uno de los propietarios de 15 lanchas que retornaron a sus faenas en el mar.

Recordó que cuando ocurrió el terremoto se encontraba pescando a casi cinco kilómetros de la costa. “Estaba oscuro, lo único que pude ver fueron las luces de mi caleta apagándose, la panga se movía de un lado a otro; en ese momento imagine que algo sucedía”, manifestó.

Intriago contó que junto a sus dos compañeros de faena, sin imaginar que era un terremoto, recogieron la red de pesca y regresaron a tierra, que no fue fácil porque se quedaron varados, debido a que el mar había retrocedido  500 metros de la orilla.

“Solo pensábamos en abrazar a nuestros familiares y rogábamos a Dios que no les haya pasado nada malo. Hoy tenemos una nueva oportunidad de vida y agradecemos a las manos amigas que nos ayudan con la entrega de raciones alimenticias, para nuestra comunidad”, dijo Intriago.

Fuente: MAGAP | ElProductor.com

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