La reconversión de cultivos se sigue acentuando en la Región del Bío Bío (sur de Chile) y particularmente en la Provincia de Ñuble, con un fuerte aumento en la superficie de frutales orientados a la exportación, informa el medio La Discusión.

Al comparar las estadísticas de las versiones 2006 y 2012 del Catastro Frutícola que realiza Ciren, con las estimaciones de la Seremi de Agricultura para 2015, se observa claramente que hay algunos cultivos que presentan aumentos explosivos.

Son los casos del avellano europeo y el nogal, principalmente, así como también del castaño, del arándano, del manzano, del cerezo, y del kiwi, aunque en los últimos años, con el kiwi se está produciendo el fenómeno inverso.

Según el último informe de coyuntura agropecuario elaborado por la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura de la Región del Bío Bío, correspondiente a junio de 2016, se confirma esta tendencia y se señala que la superficie de frambuesa y de mora cultivada se mantiene estable.

Para el caso del kiwi, se indica que la superficie plantada “continúa disminuyendo debido al arranque de plantaciones por presencia de Bacteriosis del kiwi (PSA) lo cual ha incidido en una baja productividad y rentabilidad del cultivo”.

Se estima que durante las tres últimas temporadas los nogales han incrementado su superficie en 1.082 hectáreas, los avellanos europeos en 1.064 hectáreas, arándanos en 720 hectáreas, frambuesas en 367, castaños en 262, cerezos en 240, manzanos en 152, y mora cultivada 95 hectáreas.

Esta realidad es confirmada por el vicepresidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos Smith, quien reconoció el fuerte avance de los frutales en la zona y destacó la oportunidad que ello significa pensando en la agregación de valor.

“Ñuble tiene un gran potencial en suelo y clima para enfrentar la agricultura del futuro, la que debiera ser de mayor valor agregado que la que tenemos actualmente. Así, se debiera desarrollar aun más la producción de berries y frutales menores, en distintas escalas de producción, aprovechando la gran subdivisión de las propiedades agrícolas y replicando algunos ejemplos que ya son exitosos”.

En ese sentido, expuso que “con mayor seguridad de riego y aprovechando nuestro clima templado, debieran llegar otros frutales a la zona, como nogales, ciruelos, manzanos, cerezos, damascos y duraznos, entre otros, los que podrían extenderse hasta los faldeos de Ninhue.

Frutos secos

En los frutos secos, como las nueces, las castañas y las avellanas, se ha producido un explosivo aumento de la superficie en los últimos diez años.

“El aumento de nogales, castaño y avellano europeo, se debe principalmente a que son frutos que están siendo demandados por el mercado internacional, están sujetas a contrato con empresas exportadoras, tienen menor requerimiento de mano de obra durante el período de cosecha y buen nivel de rentabilidad”, indica el informe de coyuntura de la Seremi de Agricultura.

El caso de la conocida empresa de chocolates Ferrero (productora de Nutella y Ferrero Rocher, entre otras marcas), la fuerte demanda por avellanas la ha llevado a expandirse a Chile, donde encontró los terrenos adecuados para el cultivo de avellano europeo en las regiones del Maule y Bío Bío, principalmente, y donde además de adquirir huertos, apunta a entusiasmar a los productores locales de las bondades agronómicas de este cultivo y los atractivos precios internacionales que se pagan por la fruta. De hecho, la empresa italiana apuesta a que en el corto plazo Chile se convertirá en uno de los tres principales productores del mundo.

En la Región del Bío Bío, la superficie de avellanos pasó desde las 49 hectáreas en 2006 a las 1.450 hectáreas en 2015, lo que representa un incremento de 2 mil 859 por ciento.

Los nogales, en tanto, exhiben un crecimiento similar, al pasar desde las 108 hectáreas en 2006, a las 1.890 hectáreas el año pasado, lo que corresponde a un aumento de mil 650 por ciento, con una producción que aún no refleja el incremento explosivo en superficie, ya que se trata, en la mayoría de los casos, de plantaciones recientes, pues solo un 38% de la superficie está en plena producción.

Según Chilenut, la asociación gremial que agrupa los productores de frutos secos, en los nogales se observa un crecimiento anual de 500 hectáreas en la Región del Bío Bío, lo que responde a la mayor demanda internacional por las nueces, donde ha sido clave la apertura de nuevos mercados con preferencias arancelarias para la producción chilena, como en Asia, por ejemplo.

El presidente de Chilenut, Juan Luis Vial, destacó que “las mayores producciones consolidarán a Chile como el segundo exportador de nueces del mundo, lo que en el largo plazo debe constituir una gran oportunidad para nuestro país para robustecer sus actuales mercados y también para encontrar nuevos destinos que exijan la calidad del producto chileno”.

Berries y cerezos

Los berries, como los arándanos y las frambuesas, así como los cerezos, también muestran un crecimiento importante en la zona, de la mano del aumento de la demanda internacional y del prestigio que ha alcanzado la producción chilena en los mercados del Hemisferio Norte.

El empresario Pedro Carrasco, dueño de Carsol Fruit, apostó hace casi tres décadas por los arándanos en Ñuble y es un convencido del potencial de la zona para convertirse en un actor relevante a nivel mundial en este rubro.

El arándano sigue siendo el frutal con mayor superficie en la región, con cerca de 5 mil hectáreas en 2015, un 216% más que lo que había en 2006.

Según Carrasco, “el cambio de la pirámide alimenticia del consumo de grasas hacia alimentos más sanos es una realidad el día de hoy. Esta tendencia se intensificará con los años, por lo que Ñuble tiene una gran oportunidad para ser parte del desarrollo que viene”, subrayando que “Ñuble tiene la posibilidad real de ser un actor relevante en la producción de berries a otras escalas que la actual y de desarrollar y ser partícipe de la producción y exportación de alimentos procesados”.

Similar escenario se observa para las cerezas, cuya superficie en nueve años creció 49,3%, ya que pese a las dificultades climáticas, sigue abriéndose mercados, particularmente en China, donde la demanda creciente hace muy atractivos los precios, y por tanto, su producción.

Uno de los productores locales que ha aprovechado esta oportunidad es el Grupo San Ignacio, que de la mano de Víctor Villagra, ha logrado una integración vertical que incluye la producción, packing y exportación en fresco. El empresario enfatizó, sin embargo, que el éxito que han logrado ha sido fruto de una preocupación permanente por la calidad, pues así como los chinos pagan bien por este producto, tienen altas exigencias en materia de calidad de la fruta como del embalaje.

 

 

Fuente: Portal Fruticola | ElProductor.com

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