La utilización de tecnología de alto nivel en la actividad agrícola retornó a los campos argentinos y volvió a sentirse con fuerza en la presente campaña, remarcó la Bolsa de Comercio de Rosario, luego de haber caído 35% en los últimos cinco años, de acuerdo a un relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

«Volvió la agricultura de calidad», afirmó Cristian Russo, de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la Bolsa rosarina, al tiempo que remarcó que «en este año hay un cambio notable, se está dando vuelta esa página y se está volviendo a utilizar alta tecnología».

«Volvió a cambiar el modo de pensar la agricultura, se está volviendo a invertir», aseguró Russo, quien puntualizó que «se dejó de pensar en sobrevivir, como en los últimos años, y se están haciendo cultivos no sólo con la tecnología adecuada para reponer los nutrientes que se sacan del suelo, sino para apuntar a buenos rindes y calidad».

En la última semana se conoció un informe elaborado por la Bolsa de Cereales porteña, que concluyó que entre 2010 y 2015 cayó 35% la utilización de tecnología de alto nivel aplicada a los principales cultivos del sector agrícola argentino.

El deterioro en el empleo de la tecnología aplicada al agro respondió básicamente al incremento que los productores sufrieron en los costos de los insumos para cada campaña, que en el caso del trigo, hizo que para mantener un alto nivel de métodos tecnológicos se requiriese emplear el doble de producto.

El uso de un nivel alto de tecnología significa mayor empleo de siembra directa y de fertilizantes, pero menor de herbicidas e insecticidas.

Luego de que en las últimas campañas, la estrategia productiva fue reducir al mínimo los insumos aplicados, la región núcleo sale de «la estrategia de trinchera», indicó la GEA en un informe publicado recientemente.

En el mismo destacó que «retorna la alta tecnología en busca de nuevas potencialidades en rindes y calidad», y precisó que «el trigo es el primer testigo».

Al respecto señaló que a este cultivo «se lo está fertilizando muy bien y el objetivo es obtener una mercadería excelente».

En ese sentido, subrayó que «el favorable cambio en la relación insumo-producto no deja lote afuera de la fertilización este año».

«Se quebró la historia de los últimos años que fue de terror, y volvió la agricultura apuntando a objetivos importantes, de calidad», remarcó Russo, quien recordó que «el año pasado 1,3 millones de hectáreas se dejaron de cultivar porque no daban los costos para hacer controles de malezas, ya que el cultivo no lo pagaba».

De acuerdo un relevamiento realizado por la GEA sobre la evolución de los cultivos en la provincia de Santa Fe, el noroeste de la de Buenos Aires y el este de la de Córdoba, ingenieros agrónomos del corredor santafesino que va de Cañada de Gómez a Villa Eloísa, destacaron que «se realizan las fertilizaciones acordes o bastantes aproximadas a los requerimientos de los cultivos, situación que no se daba en años anteriores».

Afirmaron que «se están realizando fertilizaciones conscientes de la necesidad en muchos casos, que se espera que se traduzcan en el logro de trigo de calidad».

Por su parte, en la santafesina Totoras, los técnicos observaron que «hay una tendencia hacia una mejor fertilización, principalmente por la baja en los precios de fertilizantes y el buen precio del cereal a futuro».

En Bigand, de la misma provincia, afirmaron que «los planteos son de alta tecnología, lo que marcaría que se vuelve a hacer agricultura en función del potencial productivo».

Ya en Buenos Aires, en San Antonio de Areco, los agrónomos explicaron que «se hacen planteos de mediana a alta tecnología, apuntando más que nada a calidad en esta campaña».

En la bonaerense General Pinto aseguraron que «también se ve un cambio de estrategia en la producción triguera: se está fertilizando y se apunta, en este año, a obtener calidad en la mercadería».

Del mismo modo, en Marcos Juárez, en el este cordobés, los técnicos aseguraron que «los planteos, en cuanto a tecnología, volvieron a ser los usuales para la zona, o sea fertilizaciones adecuadas al potencial de la zona».

 

 

Fuente: América Economía | ElProductor.com |

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