Ha entrado a una etapa de estancamiento. En medio de un escenario recesivo, a la industria local no solo le está costando crecer en producción y ventas, también tiene dificultad de desarrollarse en innovación y eficiencia.

Eso es algo que aseguran los propios industriales, pero que también recogen las cifras oficiales que, desde el 2014, reportan el descenso que viene teniendo la compra de materias primas y bienes de capital, los dos principales insumos que la empresa requiere para equiparse y desarrollarse. En el 2015, el primer rubro, según el Banco Central del Ecuador (BCE), cayó de $ 8.076 millones a $ 6.878 millones; el segundo, de $ 6.685 millones a $ 5.342.

Empresarios como Xavier Durán, un referente de la industria plástica, hablan de la iliquidez que está golpeando al mercado ecuatoriano y cuyos efectos también se filtraron por las ventanillas de su empresa. El gran problema que ahora están teniendo, dice, es que sus clientes y los clientes de sus clientes se están tomando el doble y hasta el triple de tiempo para cancelar las deudas. “Y eso es algo que inició el año pasado, pero que ha empeorado mucho más este año”.

En su caso, cuenta, eso no solo le ha originado inconvenientes para reunir el capital para comprar el polipropileno que requiere para fabricar en su planta hasta 250.000 sacos por día, sino que lo obligó a seguir postergando la compra de una nueva máquina que necesita para mejorar su eficiencia productiva.

No obstante, esa misma falta de dinero también ha obligado a los empresarios a ser creativos en su gestión, para evitar perder ventas y participación en el mercado. Durán, en su caso, cuenta que ha debido desde proponer planes de pago a sus proveedores para asegurar que la materia prima le siga llegando, hasta gestionar un crédito bancario para cubrir esos pagos.

Dax Chica, vicepresidente del Colegio de Economistas del Guayas, analiza el entorno del problema. Para él, las consecuencias de esta recesión ya eran las esperadas luego de ver caer los ingresos petroleros; de observar a un Estado débil que ha dejado de ser un motor dinamizador de la demanda en el mercado; después de encarecerse las importaciones que incluyen algunos insumos que requiere la industria; de ver restringirse el crédito. “Entonces es normal. Hemos visto cómo el sector automotor reporta caídas en ventas del 40 %, el sector de servicios tiene una caída del 30 %; el comercial, de más de 35 %”.

El Gobierno ha atribuido este desequilibrio económico a condiciones externas, una situación que podría ser temporal. No obstante, para los analistas, cada hora cuenta.

Tener una industria estancada sin posibilidad de atraer inversiones, especialmente destinadas a la innovación tecnológica, podría pasar factura a la competitividad que tiene el país. Así lo cree Enrique Macías, vicepresidente técnico de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG). Y una baja competitividad, agrega, “incidirá en la caída de exportaciones; la caída de exportaciones no permitirá a las empresas crecer; y si las empresas no crecen, tampoco crecerá el empleo; sin empleo y con más impuestos, no hay consumo; y sin consumo, los efectos recesivos son difíciles de superar. Se trata de un círculo vicioso”, sostiene.

Volviendo al análisis, Dax Chica augura un mal 2016 para la economía nacional. “Al paso que vamos yo creo que nuestra economía puede implosionar y llegar a niveles del año 2006, porque hasta ese año, nosotros no teníamos ese gran aporte de liquidez que originaron los dólares y en ese entonces era una economía que funcionaba en base a la demanda interna”. Una situación que se repite actualmente.

Hasta el momento, varios organismos internacionales calculan que Ecuador cerrará el año en caída. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) cree que el país decrecerá un 2,5 %; El Fondo Monetario Internacional (FMI), un -4,5 %. El Banco Central del Ecuador (BCE) sigue sin compartir públicamente sus estimaciones. Pero advirtió una recuperación en el segundo trimestre.

El sector industrial bajó su desempeño. Su aporte en la economía nacional ha sido menor en un 1,33 % en este año. No obstante, esa cifra solo corresponde al primer trimestre del 2016, la única estadística que pone a la disposición el Banco Central del Ecuador (BCE), para este año.

Según el BCE, el Producto Interno Bruto (PIB) del sector manufacturero cayó de $ 3.428 millones en el 2015 a $ 3.399 millones en el 2016. La baja sigue siendo menor si se compara con el desempeño que han tenido otros sectores productivos. En ese mismo tiempo de referencia, el PIB para el sector de la construcción descendió un 4,3 %; el de acuicultura y pesca, un 6,7 %; el de alojamiento y servicios, un 13 %.

Por el mal tiempo, los analistas creen que el sector industrial, al igual que la economía en general, puede terminar este año en estado recesivo. Para Enrique Macías, vicepresidente técnico de la Cámara de Industrias (CIG), el hecho de que la industria no esté teniendo facilidades para traer materias primas y para equiparse con bienes de capital repercutirá en la falta de competitividad interna y externa, “que incidirá en la caída de la producción, expresada ya en las tasas de decrecimiento del PIB y, lo más grave, en la pérdida de puestos de trabajo”.

Macías explica que es difícil tener un pronóstico; pero hasta el primer trimestre de este año, las importaciones de materias primas para la industria cayeron 25 % en comparación con el mismo período de 2015. Los bienes de capital, un33 %. “Todo hace pensar que si se mantienen las salvaguardias el comportamiento será más o menos similar en lo que resta del año”.

 

Fuente: Expreso | ElProductor.com

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