En hojas, en té o en jugo. No importa la presentación, lo cierto es que la guanábana -a la que se le llama la quimioterapia natural- y todo lo que se origine de ella es para muchos un negocio rentable. Sus propiedades nutricionales y su fácil consumo dinamizan su demanda.

Se trata de una oferta que hoy está en estantes de los supermercados, en cafeterías, pero que inició y sigue teniendo su fortaleza en la calle. En los semáforos de Guayaquil se ha vuelto casi una rutina hallar a comerciantes que apuestan por la oferta de este jugo. Se vende bien a pesar de que la competencia es cada vez más fuerte.

Desde hace un año marcas como Guanabanazo, Don Guanábana o Sr. Guanábana aprovechan la congestión vehicular de cada intersección de la ciudad para venderse y promocionarse. Una de esas propuestas le pertenece a dos choneros, que al día llegan a embotellar hasta 10.000 unidades de esta bebida en el norte de la ciudad.

Jaime y Luis Naveda, con un capital de $ 100.000, se animaron a industrializar la bebida que décadas atrás ofrecían las abuelas, pero que poco a poco fue popularizándose en las carreteras de Manabí. Antes, cuenta Jaime, gerente de Guanabanazo, el jugo solo se servía en baldes, pero admite que replicar esa idea no llegó a tener tanto éxito en la ciudad, de ahí la estrategia de crear una marca, de envasar el jugo, de etiquetarlo y venderlo con registro sanitario. En un solo año de funcionamiento, cuentan, la empresa ha creado una red de más de 50 microempresarios entre distribuidores y vendedores ambulantes.

Para lo que ellos fue un negocio rentable, para algunas personas ha sido la forma de dejar de pertenecer a esa tasa del 7 % de desempleo que existe en la ciudad. En esa lista está Jhon Soriano, de 26 años, quien tras tres meses de estar sin trabajo encontró en esta venta una forma de ganar dinero. En una de las intersecciones de la av. Juan Tanca Marengo, Jhon llega a vender hasta 70 botellas por el costo unitario de $ 1. Con ello, dice, lograr sacar una ganancia de $ 0,25 por envase, lo suficiente para alcanzar un buen sueldo que le permita sostener su hogar. Antes, dice, la venta era mayor.

“Al inicio lográbamos vender hasta 150 botellas, pero esto ha ido bajando conforme ha ido llegando más competencia a las calles”, sostiene.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en el país existen 424 establecimientos dedicados a la elaboración de bebidas no alcohólicas, 43 de ellos están en Guayaquil. En este grupo, principalmente, se viene introduciendo la oferta de jugos naturales, que han ido reemplazando a las colas y bebidas carbonatadas.

En el caso del jugo de guanábana, su demanda responde a varios factores. Por un lado, reconoce la nutricionista y máster en Seguridad Alimentaria, Reina de Rubio, estas ventas están siendo movidas por nuevos hábitos de consumo. Es una realidad que hoy la gente está optando por alimentos más frescos y naturales. Más si la ciencia les atribuye algunos poderes curativos, como en el caso de la guanábana.

Esta fruta, originaria de la selva peruana, cuenta la experta, ha sido considerada una quimioterapia natural que puede prevenir y combatir más de 5 tipos de cáncer. Además de estar calificada como un potente “agente antimicrobial de amplio espectro contra las infecciones bacterianas y hongos”.

En el país, se estima existen más de 50.000 árboles de guanábana plantados. Sus principales cultivos están principalmente en las provincias de Esmeraldas, Manabí y la península de Santa Elena.

Fuente: Expreso | ElProductor.com

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