Algo ha motivado a Wilfrido Riera, un maicero de El Empalme (norte del Guayas) que no estaba acostumbrado a ver mazorcas tan grandes con la semilla que tradicionalmente usaba.

Su milagro llegó desde los Balcanes. Desde Serbia. Un nuevo híbrido con el que llegó a producir más de 400 quintales por hectárea.

“800 organizaciones campesinas hicimos las pruebas al mismo tiempo que las hacía el Iniap. En mi caso, llegué a 417 quintales por hectárea”, frente a los 300 quintales que logró en la cosecha de 2016, en Pedro Carbo, (noreste de Guayas) el presidente de la Federación de Organizaciones Sociales y Campesinas, Feliciano Vargas.

Las condiciones agroclimáticas de Ecuador hacen más precoz y de mejor calidad al maíz europeo que en la misma Europa, explica Igor Raicevic, representante serbio y principal de Ecuasemillas. 95 días, desde la siembra, llega a secarse con el 13 % de humedad. “Las otras semillas que están registradas demoran 120 días”, corroboran los dirigentes campesinos.

Las organizaciones hicieron estos ensayos tras la firma de un protocolo entre el viceministro de Agricultura, Luis Valverde, la Agencia de Control de la Calidad en el Agro (Agrocalidad), Ecuasemillas, Iniap (Instituto de Investigaciones Agropecuarias) y Agrobiodiversidad, tras una reunión que facilitara el vicepresidente, Jorge Glas, para desentrabar las pruebas de adaptabilidad y eficiencia.

Previo, Agrocalidad había aprobado mediante resolución el Análisis de Riesgo de Plagas y la de germinación.

El híbrido es producido por el Institute of Field and Vegetable Crops, Novi Sad, responsable de la semilla que se siembra en 20 millones de hectáreas en 30 países, con 1.200 híbridos de maíz, soya, sorgo, tomate, girasol y otros. Serbia es el décimo exportador de semillas del mundo.

El potencial de producción de los mejores híbridos que se comercializan en Ecuador es de 230 quintales por hectárea, pero por los problemas actuales (un coctel de enfermedades) la merma es del 40 por ciento, dicen a Diario EXPRESO expertos del sector.

Vargas Donoso habla sobre la forma de producir un híbrido europeo: “Mecanización del terreno, un control de plagas y fertilización distintos, no por días específicos, sino por el proceso de crecimiento de la planta y con trampas para insectos. Se trata de una tecnología ancestral”. El costo de producción, 1.460 dólares.

Un ingeniero agrónomo independiente avalizó el proceso y la productividad en Pedro Carbo y El Empalme. “Si nosotros lo hacemos, ¿por qué no lo pueden hacer la mayoría?”. Lo asegura Riera.

Fuente: Expreso | El Productor.com

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí