El 63,6% de los productores de uva mesa entre Coquimbo y O’Higgins cambiaría los parrones españoles e instalarían sistemas de conducción como el Open Gable, si éstos ayudan a aumentar la eficiencia e –indirectamente– bajar los costos de la mano de obra, entre otros motivos de índole productiva.

Este es uno de los resultados que arroja el «Estudio económico y social de los sistemas de conducción implementados en huertos comerciales de uva de mesa para el mejoramiento de la competitividad», proyecto del INIA, Fedefruta y Uvanova que cuenta con el financiamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).

Un Open Gable es un sistema de conducción que consiste en hileras independientes de plantación, en las cuales van dispuestas estructuras -de madera o metálicas- llamadas crucetas, con diferentes ángulos de apertura.

Según Carolina Cruz, asesora en uva de mesa y presidenta de Uvanova, el sistema Open Gable permite manejar una alta densidad de plantas por hectárea y una mayor precocidad de huertos, un trabajo con mano de obra menos especializada, junto con bajar la tasa de accidentes laborales y la incidencia de enfermedades vegetales, así como un mayor rendimiento en labores como poda y arreglo de racimos, especialmente.

«Los asesores creemos que este es el camino a seguir, si nuestro objetivo es bajar costos y recuperar nuestra competitividad», señaló Cruz. «Pero no teníamos estudios que nos ayudaran a comprender las ventajas y detectar las desventajas de optar por ese sistema de conducción». Por eso, el jueves pasado en el Casino Enjoy de Rinconada, se dieron a conocer las principales conclusiones de este estudio.

Impacto del Open Gable en las labores
Entre los datos obtenidos gracias al estudio encargado al ingeniero agrónomo Felipe Bonelli, se evaluaron las ventajas del Open Gable en todas las labores, desde poda hasta cosecha. En la primera tarea mencionada, las empresas encuestadas señalaron que los cargadores quedaban a la altura del trabajador y no se requería de pisos para podar, por lo que resultaba más eficiente su trabajo. “Se usan tijeras en lugar de un tijerón, entonces es más seguro, y como es más fácil, se puede utilizar a trabajadores menos especializados, sin perjuicio de la calidad del resultado”, se detalló.

Durante la cosecha, los consultados dijeron que la labor se realizaba con mayor facilidad y rapidez, sin necesidad de pisos, permitiendo un rendimiento más alto y una mejor calidad de la fruta. Ahora, el 73% de los supervisores dijo que los trabajadores prefirieron este sistema en lugar del parrón, especialmente en labores de poda, deshoje, descarga y arreglo de racimos. No tanto así en cosecha. Sin embargo, en Open Gable quedan menos racimos sin hacer a causa de su mejor alcance. Además, el mismo porcentaje indicó que le parecía más seguro, por la utilización de herramientas más ligeras y porque no se necesitaban pisos para acceder a la fruta. De todas maneras, se habló también de la mayor exposición a la luz de sol, por parte de los trabajadores, en períodos de cosecha.

Impacto en la fruta

En cuanto a la aparición de enfermedades, los productores observaron menos pudrición en Open Gable debido a la mayor ventilación que ofrece el sistema de conducción. “La temporada pasada fue la más precisa para medir este impacto, porque tuvimos problemas fungosos como nunca en todas las zonas, debido a las lluvias y las altas humedades que vivimos”, dijo Cruz, quien apuntó que el manejo de luz también era más sencillo según el estudio, al igual que la toma de color de las bayas, aunque en blancas podía ser un poco más riesgoso.

En relación a las desventajas, como el enredo de racimos cuando están distribuidos de forma lineal en podas a pitón, Carolina Cruz comentó: “Todas las desventajas detectadas bajo este sistema de conducción nos sirven como oportunidad para mejorar el diseño, estandarizarlo y así solucionar cualquier problema que se haya descubierto”. Esto, porque “en Chile se ha desarrollado con variaciones respecto del material empleado, distancias y ángulos de las crucetas utilizadas”.

Impacto en la inversión
La relevancia de este estudio radicó, de acuerdo a Arturo Campos del INIA, en que solo existían percepciones con respecto a las bondades o dificultades de sistemas de conducción alternativos al parrón español, por lo que era necesario llevar a cabo una evaluación para sentar estándares al respecto.

Campos consideró los costos de inversión en ambos sistemas, y si bien observó una elevada variabilidad en los montos de las inversiones en Open Gable, era mayor bajo este sistema de conducción, ya que se requiere de una mayor cantidad de plantas por hectárea, crucetas y de alambre.

Refiriéndose al rendimiento de los trabajadores, el INIA reveló que el Open Gable es más eficiente en el uso de la mano de obra, que permite hacer la mayoría de los trabajos de campo en menor tiempo, ya que se hacen más plantas por hectárea. Junto con eso, el número de jornadas para la mayor parte de las labores, es menor en open que en parrón español», concluyó. No obstante, «la cosecha no se perfila como más eficiente en Open Gable».

Lo importante en este ámbito, fue que el estudio de Campos detectó una baja de costos directos por hectárea en relación con el parrón español, en cuanto a mano de obra y agroquímicos (los dos principales ítems), a pesar de que subieran en maquinaria, debido justamente a que permite una mayor mecanización de las labores.

 

 

Fuente: Fresh Plaza | ElProductor.com

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