Productores de biodiésel de Argentina temen perder acceso al mercado de Estados Unidos, el destino de casi la totalidad de sus exportaciones, tras el triunfo de Donald Trump en los comicios presidenciales del país norteamericano, dijeron referentes del sector.

La elección del candidato republicano, un escéptico con respecto al cambio climático y abierto defensor de políticas proteccionistas, encendió las alarmas de un sector que en los últimos años ya sufrió una serie de reveses en el comercio internacional.

Argentina es uno de los principales exportadores mundiales de biodiésel y gigantes de la talla de Cargill y Bunge poseen plantas elaboradoras en el país.

«El nivel de incertidumbre es muy alto», dijo a Reuters Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, que explicó que en el sector existe preocupación debido a las desestimaciones de Trump hacia políticas ambientales.

Según Molina, el presidente electo estadounidense «podría intentar desactivar las políticas que Estados Unidos lleva adelante para mitigarlo (el cambio climático) y por ende, afectar a las políticas de biocombustibles».

El mercado estadounidense se abrió a los productores locales en el 2015, cuando el Gobierno del país norteamericano aprobó el acceso a un programa de crédito a empresas en Argentina, e inmediatamente llenó el vacío comercial causado por una disputa entre la Unión Europea (UE) y la nación austral.

En Estados Unidos se encuentra en vigencia desde el 2005 un programa de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) que exige la mezcla de un mínimo de combustibles de origen renovable en todos los combustibles utilizados para el transporte.

Por otro lado, la retórica proteccionista que Trump desplegó a lo largo de su campaña, que incluyó promesas de aplicar tarifas a las importaciones y de retirase de acuerdos comerciales, también genera inquietud en el sector de biocombustibles argentino.

«Esa política proteccionista fuerte evidentemente podría tener un impacto desfavorable para las importaciones de biodiésel», dijo Gustavo Idígoras, director y especialista en comercio internacional de bioenergías de la consultora Business Issue Management (BIM).

«El escenario, teniendo en cuenta lo que dijo en la campaña, no es bueno (…) las preocupaciones son importantes y la industria está en alerta en Argentina», señaló Idígoras, que ha asesorado a grandes compañías de biocombustibles en Argentina en conflictos comerciales.

Reuters se comunicó con la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), pero desde ahí desistieron en realizar declaraciones al respecto.

Un mercado vital. El mercado estadounidense se abrió a los productores locales en el 2015, cuando el Gobierno del país norteamericano aprobó el acceso a un programa de crédito a empresas en Argentina, e inmediatamente llenó el vacío comercial causado por una disputa entre la Unión Europea (UE) y la nación austral.

A fines del 2013, la UE -entonces el principal destino de las exportaciones argentinas de biodiésel- impuso elevados aranceles a los embarques del biocombustible de Argentina tras acusar a sus productores de ‘dumping’, cerrando de hecho el mercado del bloque.

De acuerdo a Molina, más del 90 por ciento de los 1,5 millones de toneladas de biodiésel que Argentina exportará en el 2016 tendrán a Estados Unidos como destino.

En octubre la Organización Mundial del Comercio (OMC) ratificó un reclamo de Argentina en contra de la UE por los aranceles y un mes antes una corte del bloque emitió una serie de decisiones que anulan las tasas.

Sin embargo, según Idígoras «los procesos de revisión de medida va a llevar un tiempo. Con lo cual perder el mercado americano sería un golpe casi mortal».

 

Fuente: América Economía | ElProductor.com

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