Varios son los factores que influyen para lograr una buena producción en los cultivos, pero lo más importante es utilizar semilla de calidad, que representa hasta el 60% de la producción. Por esta razón, en Chimborazo, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), trabaja en la formación de organizaciones de semilleristas, para fortalecer la producción y uso de semilla certificada en los cultivos de  papa, maíz, frejol, cebada, quinua y chocho.

 

Once organizaciones de pequeños agricultores están registradas como productores de semilla certificada en la provincia de Chimborazo.

Aproximadamente, 500 beneficiarios directos son los que reciben semilla, insumos y asistencia técnica por parte del MAGAP, los cuales han podido capitalizar sus organizaciones, de manera que, actualmente, cuentan con centros de acopio, maquinaria y lo necesario para producir semilla certificada y comercializarla.

 

Este es el caso del Consorcio de Productores de Papa (Conpapa), que reúne a más de 200 socios y cuenta con un centro de acopio para el almacenamiento, procesamiento, distribución y comercialización del producto. Juan Ortiz, presidente de la organización, indica cómo han crecido desde el 2006. “Nosotros vendemos directamente a los supermercados a escala nacional, evitando los intermediarios; entregamos papas  lavadas y empacadas, papas al granel, papas en gavetas, papas cepilladas entre otras formas que nos pide el cliente”

 

El uso de semilla certificada  garantiza el incremento de la producción; por ejemplo solo en papa,  la producción del año pasado estuvo en 14.5 toneladas por hectárea y este año  subió a 17.3 toneladas por hectárea en promedio.

 

El proceso de producción de la semilla certificada inicia con la semilla registrada que aporta el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) y  Universidades como la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (ESPOCH), que constituye semilla de primera categoría, para luego ser entregadas a los  grupos de semilleristas, que son los encargados de producir la semilla certificada para la venta. Esta comercialización la realizan sin intermediación, tanto individualmente como en grandes volúmenes  a la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA).

 

El trabajo para impulsar el acceso y uso de semilla certificada y de calidad en los pequeños  agricultores, inició desde el año 2010, con el Proyecto de Semillas Andinas ejecutado por el MAGAP conjuntamente con  la organización de Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura (FAO).

Fuente: Magap | ElProductor.com

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