El tiempo se agota para los productores de maíz amarillo. Han caído las primeras lluvias y todavía buena parte de los créditos no han sido aprobados o desembolsados.

Ana Quichimbo, de la Asociación Simón Bolívar, de la parroquia Sabanilla, en el cantón Pedro Carbo (Guayas), señala que aún hay muchas carpetas que necesitan de la aprobación en BanEcuador, donde les han prometido en una semana agilizar la entrega de los créditos.

Los agricultores saben que si sigue lloviendo el suelo se satura de humedad y la semilla se daña. Y que también se pueden dañar los caminos por donde ingresan los vehículos llevando los insumos.

En la zona los créditos promedios son para 6 hectáreas por agricultores. Una parte es financiada por bancos y cooperativas en conjunto con una de las principales casas comerciales del país.

Sin embargo, por lo baja que resulta la tasa de interés de BanEcuador, los agricultores esperan a que este les apruebe los desembolsos.

En Pedro Carbo, calcula Quichimbo, hay alrededor de 5.000 hectáreas listas para ser sembradas, de las cuales 3.000 no tienen aún posibilidades; si no se lo hace habría problemas económicos graves, pues es el maíz la única opción. En verano solo el 5 % siembra, porque ese pequeño porcentaje tiene acceso a riego.

Esas 3.000 hectáreas significan 500.000 quintales de producción de maíz duro y 6 millones de dólares en ventas.

Gracias al trabajo de años anteriores estos agricultores son identificados por georreferenciación. El 2016 pagaron a tiempo sus deudas.

 

 

Fuente: Expreso | ElProductor.com

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