El 2016 se caracterizó por ser un año de depresión económica con serios efectos en el sector comercial. Una situación que no solo se reflejó en la caída de recaudación de tributos, sino en el descenso más drástico que ha tenido la inflación en los últimos 10 años. Una situación que enciende una nueva alarma que expertos proponen revertir, incentivando el consumo en este nuevo año.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el país cerró el año pasado con una inflación acumulada del 1,12 %, versus los 3,32 % reportados en el 2007 y los 3,38% del 2015. Una caída que los analistas económicos atribuyen a la modificación de precios que los comerciantes debieron ejecutar a raíz de una baja dinámica comercial. “Este año se aplicaron muchas ofertas para poder vender un poco más, incluso en algunos casos con márgenes muy reducidos al costo para tratar de recuperar la liquidez del negocio”, dice Miguel Ángel González, presidente alterno de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG).

Diciembre, el mes que históricamente se ha caracterizado como el de mayor ventas, al menos consiguió que la inflación revirtiera la caída que se había reportado en octubre (-0,08 %) y noviembre (-0,15 %); no obstante, esta solo llegó a un 0,16 %.

Los expertos económicos explican que, aunque suene contradictorio, una caída sostenida de precios en el mercado si bien es bueno para el consumidor, no lo es para una economía como la de Ecuador que en el 2016 habría cerrado en recesión (-1,7 %). Para Larry Yumibanda, presidente del Colegio de Economistas del Guayas, este escenario ya es “altamente peligroso” porque nos podría llevar a un proceso de deflación que, junto a una contracción económica, “hará que se genere una cadena de empobrecimiento de la actividad productiva y agravar el problema del empleo del país. Por ello es preferible registrar niveles moderados de inflación”.

Los comerciantes, sin embargo, están esperanzados en este nuevo inicio de año, en el que esperan que el consumo se reanime. Para ello, explica González, se requiere que el Gobierno haga su parte mejorando las condiciones en el mercado.

Así también lo cree Yumibanda. Una solución rápida, dice, es que el nuevo Gobierno opte por bajar ciertos impuestos, y con ello reanimar el consumo y las ventas.

Manta es la ciudad con la inflación mensual más alta con el 0,65 %, seguida de Ambato con 0,59 %. Mientras, Esmeraldas y Loja son las que menos inflación tienen con el -0,20 y -0,16 % respectivamente. En diciembre, la Canasta Básica se ubicó en $ 700,96, mientras el ingreso familiar mensual con 1,6 perceptores es de $ 683,20 sin incluir fondos de reserva; es decir, con una cobertura del 97,47 %.

 

 

Fuente: Expreso | ElProductor.com

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