La productividad de los suelos que labran los agricultores de Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo mejoró con la ayuda de los tractores roturadores que opera el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP).

Luis Chuqui, agricultor de la comunidad Chávez Pamba, ubicado en la parroquia Belisario Quevedo, en Cotopaxi, cultivó hace ocho meses alfalfa y papa, en una hectárea de terreno.

Él, junto con otros 20 agricultores del sector, se beneficia del Proyecto Roturación de Cangahua, que opera el Ministerio desde el 2012 en tres de las cuatro provincias que conforman la Coordinación Zonal 3. No se incluye a Pastaza porque se considera un suelo suave y con tierra fértil.

“La maquina nos ayudó especialmente a mejorar el suelo. Gracias a esto hemos tenido beneficios en la agricultura y producción”, dijo Chuqui.

Antes de utilizar el tractor, los agricultores empleaban mucho esfuerzo físico y varias horas en levantar la cangahua (tierra dura y no apta para sembrar), y además representaba mucho dinero.

Rosa Guanoluisa, oriunda de la comunidad Colaguango, en el centro de Cotopaxi, debía pagar entre 2.000 a 2.500 dólares para alquilar una máquina particular. “Antes teníamos que hacer préstamos para contratar un tractor. Ahora ahorramos dinero y es valioso para nuestra cosecha”.

 

Ella aseguró que la producción, tras el trabajo realizado por la máquina roturadora, ha sido de calidad. Maíz, alfalfa, papas y hortalizas ya se comercializaron en todo Cotopaxi.

El trabajo del tractor consiste en romper la capa de tierra erosionada y endurecida hasta dejarla en pequeños pedazos, que posteriormente son desmenuzados.

El vehículo excava la tierra entre 35 y 40 centímetros, cuando con el trabajo de un agricultor de esas provincias beneficiarias era entre 10 y 15 centímetros.

Desde que el MAGAP puso en servicio el tractor roturador en Cotopaxi, solo en el 2016 se trabajó 166,36 hectáreas de tierra. En la actualidad se mantiene un convenio con la Prefectura de esa provincia, quienes se encargan de operar y dar mantenimiento mecánico.

En Tungurahua, el año pasado se cavó 83,94 hectáreas. Se conserva el convenio con la Junta de Regantes de la Acequia Alta Fernández, que cubre gran parte de las tierras desgastada de Ambato y se encargan del cuidado de los suelos agrícolas.

Mientras, en Chimborazo, la única provincia que posee dos tractores roturadores, para el 2016 se roturó 223,12 hectáreas, y año tras año se trabaja con los gobiernos parroquiales de Punín y Flores. 

Adicionalmente, para 2017 se implementarán sistemas de riego tecnificado por aspersión; se incorporará materia orgánica y otras labores técnicas para el mejoramiento de las tierras en la Sierra Central.

Fuente: Magap | ElProductor.com

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