Los gobiernos de Colombia y Panamá acordaron el jueves en Cartagena la creación de un mecanismo para tratar las diferencias comunes, especialmente en el campo comercial. El acuerdo se logró en una reunión encabezada por la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture, y su homólogo de Comercio e Industrias de Panamá, Augusto Arosemena.

A la cita, que se desarrolló a puerta cerrada, también asistieron los viceministros de Relaciones Exteriores de Colombia, Patty Londoño, y de Panamá, Luis Miguel Hincapié.

“Al término de la reunión, los ministros informaron que llegaron a un acuerdo sobre la implementación de un plan de acción que permita superar las diferencias entre los dos países”, señaló el Ministerio Comercio de Colombia.

Y agregó que “mantendrán un diálogo constante, en conversaciones a partir de la próxima semana”.

Arosemena calificó el encuentro como positivo y fructífero, en el camino de buscar una solución diplomática y de diálogo a las medidas impuestas por el Gobierno colombiano.

“Los dos Gobiernos coinciden en la importancia de fortalecer las relaciones comerciales y en buscar una solución viable que garantice el interés de ambos países, que históricamente han sido importantes socios”, precisó.

El funcionario panameño adelantó que se pusieron sobre la mesa las posibles acciones por tomar y que ahora corresponde a los equipos técnicos de cada nación realizar sus evaluaciones, con el fin de determinar la viabilidad y el alcance de tal aplicación. Las medidas, aclaró, serán anunciadas una vez sean aprobadas por las instancias correspondientes de cada país.

Colombia tiene una balanza comercial muy favorable. En el 2016 exportó 1.912 millones de dólares, de los cuales 1.555 corresponden a productos minero-energéticos y 356 a no minero-energéticos, según cifras del Ministerio.

De otra parte, el país le compra a Panamá medicamentos, alcohol etílico, cigarrillos, tejidos de punto, pescado congelado, artículos de joyería y crustáceos. Esas importaciones ascendieron el año pasado a 93 millones de dólares.

Tradicionalmente, Colombia y Panamá han manejado sus relaciones bilaterales casi sin altibajos, pero eso cambió en el 2012, cuando Bogotá comenzó a aplicar aranceles del 10 por ciento a los calzados y textiles, así como un cargo de 5 dólares por cada contenedor procedente de la Zona Libre de Colón (ZLC).

La reacción de Panamá no se hizo esperar y acudió a la Organización Mundial de Comercio (OMC), que falló a favor del itsmo con una demanda en la que pedía a Colombia no aplicar esas medidas.

Nuestro país ha reiterado que después del fallo de la OMC implementó las medidas para cumplir la decisión y que en ese sentido suspendió en noviembre pasado el arancel mixto que aplicaba.

Al tiempo, el gobierno panameño se queja de que Colombia también aprobó dos decretos que endurecen los controles aduaneros y que dificultan de igual manera las importaciones de calzado y textiles procedentes de la ZLC.

En medio del rifirrafe quedó el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado por los dos Gobiernos en el 2013, luego de cuatro años de negociación.

 

Fuente: El Tiempo | ElProductor.com

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