La Argentina del asado esconde una particularidad: desde hace muchos años se exportan más dólares por venta de pescado que de carne. La cuenta es así: por cada 10 dólares exportados de carne vacuna se facturan al exterior alrededor de 17 de pescados.

Los datos surgen del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) y de la Subsecretaría de Pesca, que depende del Ministerio de Agroindustria. De acuerdo con registros oficiales, en 2016 se exportaron 1043 millones de dólares entre carne vacuna enfriada, congelada y procesada, sin incluir las menudencias. En ese período, las exportaciones de pescado y sus derivados llegaron a 1699 millones de dólares. Claro que de este rubro también hubo importaciones. Las compras al exterior fueron de 166 millones de dólares, de acuerdo con el Informe de Coyuntura de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura.

Ahora bien: ¿cómo es el mundo de la pesca, con balanza de pagos positiva y con una importancia vital para varias ciudades del interior de la Argentina? Es, además, uno de los sectores a los que el Gobierno apuntó como para mejorar la ecuación de muchas economías regionales.

«En principio, hay tres grandes puertos marítimos: Mar del Plata, el complejo de Puerto Madryn y Rawson y, finalmente, Puerto Deseado, en Santa Cruz», dice el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Tomás Gerpe. De las 688.730 toneladas desembarcadas, poco más de la mitad (664.913 toneladas) se descargaron en el principal puerto pesquero del país: Mar del Plata.

Más allá de la pesca, hay otro universo que hasta ahora parece prácticamente inexplorado: los criaderos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) describe la actividad como «el cultivo de organismos acuáticos tanto en zonas costeras como del interior que implica intervenciones en el proceso de cría para aumentar la producción».

Este sector económico está sumido en el subdesarrollo, aunque, de la mano de emprendedores e innovadores, se producen cerca de 4000 toneladas. «En la zona sur hay alrededor de 1400 toneladas de producción, y en el Norte, con especies de río como el pacú, se produce otro tanto. Pero, para tomar dimensión, Chile tiene una producción de criadero de alrededor de un millón de toneladas», aclara Gerpe. Se viene una apuesta para ese sector que incluye una normativa específica.

En la ciudad balnearia de Mar del Plata, como en todo el país, funciona la doble jurisdicción. Hasta la milla 12 interviene la provincia costera, y desde allí a la 200, la Nación. La gran mayoría de los barcos amarillos que colorean el puerto marplatense no pueden perforar la milla 12, es decir, pescan en aguas provinciales.

En el universo de la pesca conviven 940 buques con permisos para operar en el Mar Argentino, de las cuales 571 son nacionales. Dentro de ese parque náutico nacional hay dos clases: los fresqueros (trabajan con productos frescos) y los congeladores. De los primeros tienen licencia activa 361 embarcaciones, mientras que de los segundos, 210.

Los que trabajan con pescado fresco se dividen en 286 empresas y los que tienen la posibilidad de congelar a bordo, en 96 compañías. Entre todos, según datos de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, tienen alrededor de 10.000 personas embarcadas.

Además, existe lo que se denomina «mano de obra en tierra». El procesamiento de pescado se divide en 138 plantas que cuentan con 9838 empleados. La provincia de Buenos Aires, con 93 establecimientos, es la que más trabajadores tiene: 4890. Le sigue Chubut, con 2568 obreros en 25 plantas, y luego Tierra del Fuego, con 1983 empleados divididos en tres industrias. Santa Cruz (340 obreros en 13 plantas) y Río Negro (57 en cuatro) completan los cinco primeros lugares.

En Mar del Plata, además del plantel en tareas industriales, existen 12.000 empleados más organizados en cooperativas, que básicamente trabajan con los barcos amarillos que pescan en la jurisdicción provincial. «En total, entre directos e indirectos, es un sector que tiene 40.000 trabajadores», dice Gerpe.

Especies por zona

En Mar del Plata se extrae la merluza como principal variedad. La especie hubbsi, característica del Mar Argentino, representa alrededor de la mitad de las capturas en todos los puertos de la Argentina, algo así como 330.000 toneladas descargadas en los puertos el año pasado, según datos hasta el 27 de diciembre de 2016. El segundo en importancia, siempre en peso, es el langostino, con 167.287 toneladas, un 16,7% por encima de las capturas del año anterior. Le siguen el calamar, con 60.315 toneladas (-52,5% respecto de 2015) y la corvina, con 31.813 toneladas (1,5% por encima de 2015).

La zona de Ushuaia se posicionó como un polo pesquero de la mano de un producto de lujo. Se trata de la merluza negra, una especie muy requerida que tiene un alto precio. Sólo para poner un ejemplo: la merluza hubbsi tiene un precio de entre 1200 y 1300 dólares por tonelada si se envía en la presentación HGT, es decir, sin vísceras, sin cabeza, sin cola ni aletas y congelada individualmente. Enviada en forma similar, la merluza negra tiene un precio de entre 30.000 y 32.000 dólares por cada mil kilos.

De acuerdo con un informe de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), el sector pesquero atraviesa un fuerte estancamiento desde 2011. Sin embargo, considera, enfrentó un año en general positivo por la recuperación de la rentabilidad empresarial.

«Si bien las cantidades capturadas se vieron afectadas por condiciones particulares, el aumento de las exportaciones a un récord histórico en valores y la mejora de los precios internos por encima de los costos salariales han permitido incrementar las ganancias sectoriales. Ello en un contexto en el cual las cantidades volcadas a los mercados externo e interno registraron un descenso por la menor oferta y la pérdida de poder adquisitivo, pero con un impacto inferior al de los precios. Hacia adelante, el sostenimiento de las mejoras podría impactar favorablemente en las inversiones y permitir un incremento de la capacidad productiva sectorial», dice el trabajo.

El principal destino de las exportaciones de productos pesqueros en 2016 fue España, que se llevó el 28,2% del valor total vendido fuera de la Argentina y compró productos por US$ 479 millones. China ocupó el segundo lugar, con el 16,3% (US$ 277 millones), y Estados Unidos completó el podio con 8,8% del valor total exportado, lo que significa US$ 150 millones.

Según lo que se puede ver en las estadísticas oficiales, la Argentina exporta materia prima, es decir, producto sin procesar. A la inversa, importa algunas especies que no se producen aquí, como el salmón rosado o gran parte del atún que se envasa en el país, y producto terminado y procesado. «Gran parte de nuestras propuestas para el año tienen que ver con intentar que se procese más en el país, pero para lograrlo hay que trabajar mucho en los costos, ya que en muchos casos el enlatado suele llegar más barato del costo que tiene envasarlo acá», explica el subsecretario de Pesca.

En cuanto al origen de las importaciones, en valores, dos países se destacan notoriamente del resto: Chile, con el 39% del total, y Ecuador, con el 34,4% (en ambos casos, concentrados en crustáceos en frescos y en conservas). El salmón rosado y el atún son, por lejos, la principal importación.

Uno de los temas que están en análisis en la mesa del Gobierno es el blanqueo de una actividad que no se ha caracterizado por la transparencia. «Si se mira la cantidad de consumo per cápita de los últimos años y lo que sucede en el sector, vemos que los números no cierran», dice Gerpe.

En realidad, ése es uno de los vectores de la gestión. Otro es el control en aguas jurisdiccionales. Más allá del hundimiento de un pesquero chino en 2016, en lo que va del año se han reportado seis intrusiones en el área de pesca exclusiva en la temporada de calamar que inició en enero.

Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores, este año habrá buenas noticias para el sector. «Las perspectivas para 2017 son positivas, fundamentalmente por la mejora del negocio exportador, ya que a las medidas adoptadas el año pasado se suma la ampliación del esquema de reintegros para las exportaciones, el cual producirá una mayor competitividad externa para el sector. Así, prevemos una profundización de la concentración de las ventas en el mercado externo», dijo.

Entre los principales operadores del sector se encuentran Conarpesa, en la zona de Puerto Madryn; Arbumasa, una pesquera de capitales españoles que está en Puerto Deseado; Moscuzza y Valastro, en Mar de Plata. En los últimos años, un jugador nuevo apareció con fuerza. Se trata del Grupo Newsan, el principal fabricante de electrónica y electrodomésticos del país. La necesidad de exportar productos para mejorar la balanza de dólares llevó al grupo a iniciar su operación pesquera. En los últimos años compraron buques y se asociaron con armadores. En 2016 las exportaciones de Newsan Food (su división de alimentos) llegaron a US$ 230 millones.

Apuesta por la cría

Pero, sin dudas, una de las principales apuestas del Gobierno para el sector tiene que ver con el desarrollo de la acuicultura. «Es probablemente el sector de producción de alimentos de más rápido crecimiento y representa ahora el 50% del pescado destinado a la alimentación a nivel mundial», dice un informe de la FAO. De acuerdo con sus estadísticas, el sector tiene una demanda que crece a un ritmo cercano a 10% anual, pero la oferta sólo lo hace al 7%. El año pasado, alcanzó los 101 millones de toneladas de producción a nivel global, a diferencia de la pesca de captura, que no registra incrementos significativos desde 1985.

La Argentina posee un escaso desarrollo en la materia. Recién a fines de 2015 se promulgó la ley de Acuicultura (27.231). Por estos días, entre la firma que tiene el presidente Mauricio Macri para despachar, está el decreto reglamentario de la ley. Allí, se prevén algunas medidas de fomento para la actividad, como por ejemplo apoyo financiero y acceso al crédito a criadores. «La Argentina tiene un escaso desarrollo de la acuicultura. La FAO considera que es el país que más potencial tiene para su desarrollo, ya que cuenta con capital humano adecuado, calidad de los espejos de agua para la cría y materia prima para convertirla en alimento», dice Gerpe.

Entre los ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y el de Agroindustria está en pleno desarrollo el lanzamiento de las granjas multitróficas, una instalación integrada para el cultivo de diversas especies marinas. Se trata de una experiencia piloto que, de resultar exitosa, permitirá su implementación a gran escala. Por caso, en marzo, cierra el plazo para la presentación de proyectos para ser financiados por fondos del Tesoro y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Mientras las leyes de fomento llegan, el ingenio argentino no se detiene. Basta recordar el caso del Grupo Puerto Las Palmas, una empresa familiar que desde hace 30 años produce arroz en la localidad de La Leonesa, Chaco, y que creció a un modelo que rota ese cultivo con pacú y cuenta con una planta de procesamiento donde se producen más de 12 cortes diferentes.

 

 

Fuente: Noticias Agropecuarias | ElProductor.com

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