El clima seco y saludable de El Juncal, de la parroquia Ambuquí, norte de Ibarra, permite que sus habitantes aprovechen sus tierras para cultivar un sinnúmero de frutos como la tuna, producto que actualmente despunta en el desarrollo económico de dicho sector.
Hace 15 años, en aquella localidad de la provincia de Imbabura, 20 socios de la Asociación Mirador de El Juncal iniciaron esta labor. Ellos tienen alrededor de 90 hectáreas sembradas de tuna, de las cuales más de 30 están en producción.
Baron Delgado, presidente de la agremiación, mencionó que la tuna se cosecha una vez al año, en los meses de enero, febrero y marzo o hasta mediados de abril.
“A partir de mayo es la pos cosecha, en que se hace un tratamiento a la tierra para seguirla trabajando, se le riega el abono y se hacen otras labores. Octubre, noviembre y diciembre es la etapa de floración. Y desde mediados o finales de enero empieza la cosecha”, explicó.
Delgado comentó que hoy en día tienen un problema de comercialización, porque la fruta está en su pico alto de cosecha y no hay pocos lugares para venderla. El producto llega primero al mercado mayorista de Ibarra y de ahí a Quito, para después venderse en centros de expendio como: Supermaxi, Santa María y Gran Akí.
Otro problema, añadió Eduardo Méndez, productor de tuna, es que la fruta entra por la frontera norte con Colombia. “Cuando traen de allá, el precio en Ecuador baja”.
“Antes sembraba fréjol, tomate, pero ahora solo me dedico a la tuna, que es más rentable, por eso le he puesto mucha fe para que mejore mi economía”, señaló.
Cuando comienza la cosecha, el precio varía entre $ 14 y $ 16 cada caja de 20 kilos, pero en la actualidad, dicho valor es de $ 4. “Pese a ello, vemos que la fruta sí es rentable. Es una planta de menor riesgo; requiere una inversión de alrededor de $ 1.500 por hectárea, y la tuna nos devuelve el capital, pues se obtiene aproximadamente 5.000 kilogramos por hectárea”, indicó el dirigente.
La fruta tiene un sinnúmero de beneficios para la salud
La demanda de la tuna crece cada año por las propiedades nutritivas y curativas que tiene el producto, ya que de ella se elabora vino, néctar, tunas en almíbar, sabia, pulpa y el té. La tuna posee calcio, hierro, y es rica en vitamina C. Los agricultores recomiendan consumirla tanto en jugo como la fruta entera. Además traen beneficios para las personas que padecen de diabetes, gastritis, problemas digestivos, próstata, cálculos y otras dolencias de salud.
Además, Delgado instó a los ecuatorianos a visitar El Juncal, para que saboreen los jugos de tuna, helados y las tradicionales mermeladas de esta fruta.
En El Juncal existen 4 especies: tuna amarilla sin espina, tuna amarilla con espina, tuna blanca y tuna silvestre. Las tres primeras son cultivadas técnicamente, mientras que la última crece naturalmente.
Por otra parte, en las tunas silvestres crece un parásito denominado cochinilla, el cual es usado como colorante para la fabricación de cosméticos y farmacéuticos. Un kilo de este tipo de tuna tiene un valor de $ 25.
La Municipalidad de Ibarra contribuye con este proyecto comunitario. Actualmente se trabaja en un plan de industrialización de la tuna, a través de la Fábrica Ambateña en Pisaleo, en donde se procesará la fruta.
Méndez, a nombre de los productores de tuna, solicita que alguna entidad estatal u organización no gubernamental les facilite conseguir una bomba de agua o un centro de acopio para almacenar el fruto antes de la venta.

Fuente: El Telégrafo | ElProductor.com

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