La FAO, que celebró este miércoles el Día Mundial del Agua, recordó la oportunidad que representan las aguas residuales tratadas para la agricultura, y para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición.

A nivel mundial, la mayoría de las aguas residuales se liberan en el ambiente sin ser tratadas. Como resultado, en muchas regiones del mundo el agua contaminada se vierte en ríos y lagos y termina en los océanos. Pero las aguas residuales tratadas y reutilizadas pueden ser una solución rentable y sostenible frente a la escasez de este recurso.

“Necesitamos utilizar el agua en la agricultura de una manera más eficiente, productiva, equitativa y respetuosa con el medio ambiente y donde la calidad no se vea comprometida”, aseguró la directora general adjunta de la FAO, María Helena Semedo, en una ceremonia del Día Mundial del Agua celebrada en la sede de la Organización de la ONU en Roma. “Deberíamos maximizar el potencial de las aguas residuales como un recurso valioso y sostenible”, añadió.

En su intervención, el presidente de Fiyi, Jioji Konousi Konrote, afirmó: “Hay una necesidad urgente de mayor inversión e investigación en la gestión de aguas residuales para reducir el impacto potencialmente mortal que la contaminación de las aguas residuales tiene en nuestro medio ambiente. Con el esfuerzo suficiente, hay potencial para convertir las aguas residuales en un recurso valioso”.

“Los desafíos para conseguir esto varían según el país, pero muchos retos son compartidos y necesitamos una estrecha cooperación entre las naciones para impulsar la acción en este asunto”, agregó.

El gobierno de Fiyi está a punto de asumir la presidencia de la próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre el cambio climático.

Más resultados con menos agua

Mientras que la agricultura representa alrededor del 70 por ciento del consumo de agua dulce, tan sólo un pequeño porcentaje de aguas residuales tratadas es reutilizado con fines agrícolas. La FAO trabaja con sus países miembros para aumentar su reciclaje de manera inocua y segura.

En Jordania, por ejemplo, el 90 por ciento de las aguas residuales tratadas se utilizan para el riego, y en Israel este porcentaje se aproxima al 50 por ciento. Al menos 50 países de todo el mundo utilizan aguas residuales para regar, lo que representa un 10 por ciento del total de las tierras de regadío. Sin embargo, los datos siguen siendo incompletos en muchas regiones, como sucede en África.

El Marco global sobre la escasez de agua, lanzado por la FAO, promueve alternativas, como la recolección de agua de lluvia y la reutilización de aguas residuales tratadas. Igualmente fomenta el intercambio de conocimientos y el desarrollo de enfoques innovadores para abordar los problemas relacionados con el agua en la agricultura.

Un recurso, antes que un problema

El Informe sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo, publicado hoy por ONU-Agua, pide un cambio cuantitativo para considerar las aguas residuales como un recurso, en lugar de un problema, en un mundo donde el agua es cada vez más escasa.

La FAO ha contribuido al informe con un capítulo en el que se destaca que la agricultura es a la vez productora y usuaria de aguas residuales y que el sector puede causar y padecer al mismo tiempo las consecuencias de la contaminación.

Las aguas residuales tratadas pueden ser también una fuente potencial de materias primas, como fósforo y nitratos que podrían convertirse en fertilizantes. Se estima que un 22 por ciento de la demanda mundial de fósforo -un recurso mineral finito-, podría cubrirse mediante la reutilización de aguas residuales tratadas.

Una mejor gestión de las aguas residuales genera además beneficios sociales, ambientales y económicos, y contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La clave para optimizar el manejo de las aguas residuales es subrayar sus beneficios y aumentar la aceptación social de su uso.

 

Fuente: Noticias Agropecuarias | ElProductor.com

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