Como ese 29 de abril de 1971, con goles de extranjeros, Barcelona volvió a hacer historia en Argentina, en un partido que hizo lucir mal a Estudiantes en su cancha y que dejó al club ecuatoriano como único líder del Grupo 1, viendo de cerca la posibilidad de clasificar a octavos de final de esta Copa Libertadores.

En aquella ‘Hazaña de La Plata’, las figuras que aparecían eran Alberto Spencer, Vicente Lecaro, Washington Muñoz, Juan Manuel Bazurco. Esta vez, los nombres de Matías Oyola, Máximo Banguera, Jefferson Mena, Marcos Caicedo y demás, iban a escribir una nueva página de oro en el club.

Barcelona salió al gramado del estadio Único de La Plata con una idea clara: no eran los favoritos. Ese mensaje confabuló para ver a un equipo estrictamente ordenado, peleador, atrevido y tiempista. Pero que al mismo tiempo, con herramientas aptas para sacar ventajas, que más adelante iban a dar sus réditos.

El campeón actual del fútbol ecuatoriano no tuvo un arranque positivo. Estudiantes se adueñó de la pelota y del trámite, pero a los argentinos les costaba llegar con peligro al arco de Banguera.

El histórico Juan Sebastián Verón, siempre participativo y dueño de casi todas las pelotas paradas, tuvo una marca férrea de Matías Oyola, quien lo ‘ablandó’ en un par de ocasiones.

Pero pasados los 20 minutos, Barcelona le tomó el pulso a Estudiantes y empezó a atreverse. Los amarillos ya no se refugiaban en su área.

Y así se iba la primera parte. Un Estudiantes con el balón en sus pies pero sin ideas, contra un Barcelona paciente, calmado, cauto, que parecía dosificar para dar un golpe trascendental. Y sí que se dio.

En el segundo episodio, Barcelona iba a invertir los papeles. Esos buenos últimos minutos del primer tiempo se iban a plasmar en otra gesta histórica. El Ídolo le perdió el respeto deportivo a Estudiantes.

Tiro de esquina para Barcelona. Darío Aimar cruzaba de área a área. Ariel Nahuelpán se movilizaba y Erick Castillo incomodaba a Mariano Andujar. Centro de Oyola, error del portero rival y Jefferson Mena, defensor colombiano que ha sido muy criticado desde su llegada, mandó el favoritismo de Estudiantes al traste y silenció La Plata.

El gol dio más aire a Barcelona, que al contrario de encerrarse para cuidar el resultado, lo fue a defender en la zona de Estudiantes con un juego lleno de velocidad, intensidad y presión.

Pero el ocaso del encuentro iba a traer otra alegría. Un contragolpe que terminó en los botines de Nahuelpán, quien frente al arco aniquiló la historia y aseguró la hazaña en la ciudad de La Plata, versión siglo XXI.

Con Damián Díaz y Jonatan Álvez en casa, este Barcelona de Guillermo Almada volvió a demostrar que en Copa Libertadores maneja otra faceta. Hoy, la punta del ‘grupo de la muerte’ brilla con el amarillo oro del Ídolo, mientras que el fondo le pertenece a los gauchos de La Plata.

 

Fuente: Expreso | ElProductor.com

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