Juan Vera, administrador de Alexandra Shoes, y los 6 trabajadores de esta microempresa celebran cuando satisfacen a un cliente con su producto. El taller de zapatería para damas da empleo gracias a la frecuencia que los clientes piden sus productos. De esta forma sobreviven pequeñas fábricas de zapatos. Se trata de una industria que nunca fue muy fuerte en el país y ahora tiene una alta tasa de importación a precios económicos. En el oficio de zapatero hay  competencia, pero principalmente los productos de Perú, Colombia y otros países hacen de este negocio un dolor de cabeza “Es difícil competir con los precios de los calzados de otros países, porque la materia prima en Ecuador es algo cara”, asegura Juan Vera. Este comerciante asegura que la calidad del calzado que fabrica es mejor que la de algunos zapatos importados por los materiales que utiliza para su confección. “Nosotros utilizamos materiales sintéticos que son costosos, pero gracias a ello el zapato tiene mayor durabilidad”.

En 2014 la zapatería Alexandra Shoes abrió las puertas. “Se comenzó con el negocio de la zapatería debido a que la situación económica se encontraba difícil”. “Mi mamá trabajaba en una compañía en donde la despidieron y con la liquidación que le dieron se logró poner este negocio”. “Al principio solo trabajaban mi mamá y su esposo. Después, a medida que crecía el negocio se contrató más personal. Lorenzo Pibaque, es uno de los empleados que trabajan en Alexandra Shoes. Lleva 5 años en la profesión de zapatero. Pibaque aprendió el oficio gracias a sus tíos que todavía siguen en el negocio de fabricación de calzado. A pesar de trabajar para la compañía, también cuenta con un taller en su casa para mantener a su familia. Dice que es un negocio duro debido a los pocos ingresos que se obtienen. Uno tiene que lidiar con el olor a cemento de contacto que es fuerte. Los empleados de Alexandra Shoes aseguran que les gusta su oficio porque gracias a él pueden mantener a su familia. Lorena Guevara asegura que los zapatos que produce esta microempresa son de buena calidad y que el precio es económico.

“Para un bajo presupuesto es ideal”.

Las marcas nacionales ganan terreno El comentario de los consumidores es el mismo. Cada vez más marcas nacionales se apoderan del mercado. Marysela Salazar, vendedora de zapatos de una tienda del centro de Guayaquil, asegura que los modelos atraen mucho a los clientes. “Existen colores llamativos y no solo eso, la calidad del zapato es mejor. Un cliente siempre busca calidad. Que un zapato le dure al menos un año y que sea cómodo. Estos factores están contemplados en los productos”. (I)

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