Desde marzo la refinería de Esmeraldas empezará una paralización progresiva hasta llegar a su totalidad. La idea, según el ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez, es evitar nuevas paralizaciones en el proceso de refinación del crudo.

La intervención garantizará que durante los próximos cuatro años el complejo industrial más grande de Ecuador no sufra más paras. Los trabajos le volverán a costarle al país unos 700 millones de dólares, según la adjudicación de contratos para “cuatro campos menores”, precisa el Ministerio de Hidrocarburos en su cuenta de Twitter.

«Las empresas participaron en un concurso para ser parte del proceso de licitación de campos menores», precisa. Las mejoras se originan luego de detectarse fallas de recalentamiento en la unidad de Fraccionamiento Catalítico Fluidizado (FCC), considerada el ‘corazón’ de la empresa.

En el gobierno anterior se destinaron 2.200 millones de dólares para repotenciar a la  refinería de Esmeraldas, sin embargo, no solo hay problema estructural, sino que la millonaria inversión dio origen a una de las tramas de corrupción más grande del país, en la que estuvo un exministro de Hidrocarburos, el exgerente de Petroecuador, funcionarios y empresas externas contratadas para la repotenciación. (MGQ)

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