Las sequías prolongadas y las lluvias intensas provocan “estrés” en los cultivos, que tras estos cambios bruscos de clima no concluyen con normalidad su ciclo y generan pérdidas para los agricultores.
En Cotopaxi los ciclos de la papa y el maíz son los más afectados.
Juan Pablo Narváez, ingeniero agrónomo de la prefectura de Cotopaxi, explicó que anteriormente existían seis meses de lluvias y seis de verano, basándose en eso los agricultores se guiaban para sembrar y cosechar; pero la situación hoy es diferente.
Según el experto cuidar el ambiente para que ya no cambie es la única manera de enfrentar este fenómeno.
Ángel Taco, agricultor de la parroquia San Buenaventura de Latacunga, dijo que hace un mes todo estaba seco y este problema también fue notorio hace dos años, porque no pudieron cosechar nada. “Es visible lo que está pasando”, presume que el bombardeo de nubes también altera el clima en la zona.

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