¿Se imagina que una humita pueda servirse con la flor del pepino o con otra llamada pensamiento? Juan Carlos Ordóñez, chef ejecutivo del Hotel del Parque & Casa Julián, lo hace posible. Y el resultado es una mezcla de sabores únicos y un emplatado muy atractivo.

Pero… ¿en qué platos pueden utilizarse estas flores comestibles? El experto dice que la gama es amplia, desde coctelería hasta postres, ensaladas y maridaje de quesos, todo depende de la creatividad de quien cocina y del sabor que busca, por eso tiene que degustarlas.

“Algunas son amargas, otras saladas y dulces. Solo probándolas podrá decidir con qué productos acompañarlas”, explica.

Jenny Valencia, gerente general de Cultiva Vida, señala que venden muchas begonias, borrajas, azulinas, pensamientos, chavelinas, capuchinas, flores de mandarina, de limón, entre otras variedades, que son utilizadas para elaborar una gran diversidad de recetas.

Todas son orgánicas, 100 % comestibles y pasan por un proceso sin uso de pesticidas ni químicos.

Limpieza y conservación

Lávelas con agua fría (use hielo) y consérvelas en refrigeración, en recipientes herméticos con una ligera humedad: coloque las flores sobre el papel toalla de cocina mojado. Estas pueden durar tres o cuatro días, dependiendo de la especie y estado de las mismas, subraya Ordóñez.

Recomendaciones

– Arriésguese y pruebe. No se cierre ni piense ‘sabe a planta’.

– No las use solo por su aspecto o color, deben aportar sabor. Que todo lo que se sirva sea comestible.

– Guarde equilibrio con los otros componentes del plato. Tenga cuidado con que la flor no se robe los sabores de los otros ingredientes, sino que los complemente.

– Las flores ornamentales no se comen. Para la cocina compre a proveedores certificados que cuentan con el personal calificado para determinar cuáles pueden consumirse: @fllorestibles.ec, @germinatu, @cultiva.vida.

Datos

– Todas aportan vitaminas C, E, riboflavina, niacina; minerales como calcio, fósforo, hierro y potasio, indica Valencia.

– En junio de este año Ordóñez preparó un menú nacional con las flores citadas, en Nueva York, para la James Beard Foundation, organización sin fines de lucro que promueve la gastronomía en EE. UU.

Para Juan Carlos Ordóñez y Javier Urrutia, sub chef del Hotel del Parque & Casa Julián, la tierra debe estar sana y bien tratada, así se desarrollará una flor nutritiva y en buen estado. Ellos usan flores aromáticas y de ciertos vegetales, como calabazas, pepinos, etc.

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