Por Pedro Raúl Solórzano Peraza

Venezuela es un país con ingentes recursos naturales, no solamente mineros como ha sido la fuente de nuestras riquezas durante el siglo pasado, sino que además dispone de excelentes recursos para la agricultura. Es el caso de suelos aptos para una variada gama de cultivos, abundante agua y de buena calidad en ríos y acuíferos, y un clima con muchas ofertas de condiciones según la ubicación de las regiones en los paisajes, como son los casos de las montañas con sus bajas temperaturas, los llanos, las zonas semidesérticas, las costas, las áreas con dos picos de lluvia o las que tienen una prolongada y abundante estación de lluvias, etc. Es decir, tenemos recursos para alcanzar una agricultura próspera y capaz de proporcionar todos los alimentos básicos para mantener a una población sana, bien nutrida.

Venezuela es un país con ingentes recursos naturales, no solamente mineros como ha sido la fuente de nuestras riquezas durante el siglo pasado, sino que además dispone de excelentes recursos para la agricultura. Es el caso de suelos aptos para una variada gama de cultivos, abundante agua y de buena calidad en ríos y acuíferos, y un clima con muchas ofertas de condiciones según la ubicación de las regiones en los paisajes, como son los casos de las montañas con sus bajas temperaturas, los llanos, las zonas semidesérticas, las costas, las áreas con dos picos de lluvia o las que tienen una prolongada y abundante estación de lluvias, etc. Es decir, tenemos recursos para alcanzar una agricultura próspera y capaz de proporcionar todos los alimentos básicos para mantener a una población sana, bien nutrida.

Los recursos mineros se están explotando de una manera incontrolada, y en cierto modo malgastándolos, ya que no representan beneficios para los ciudadanos del país. Además, con una destrucción bárbara de los recursos naturales renovables. El petróleo que ha sido la base de nuestra riqueza no se explota adecuadamente, y en la actualidad, su producción se ha reducido a unos pocos barriles diarios que no alcanzan para cubrir las obligaciones del gobierno, razón por la cual, entre otras, hemos entrado en una gran crisis que nos hace miserables, tanto físicamente como emocionalmente.

Los recursos para la agricultura están allí, pero el arte de producir alimentos es sumamente complejo y requiere la contribución de muchos factores para que esos recursos sean correctamente utilizados y ésta sea una actividad eficiente. En el contexto actual, con el gobierno del socialismo del siglo XXI, es imposible producir abundantes alimentos y contribuir con la soberanía alimentaria. Para ello, es necesario restaurar la democracia en el país y comenzar a reconstruirlo en todos sus ámbitos, donde la agricultura es solo uno de ellos. En lo personal, considero que algunos de los aspectos que se deben considerar para la recuperación de la agricultura venezolana son los siguientes:

-Inseguridad personal y jurídica, lo cual debe resolverse a profundidad especialmente en lo personal, ya que las unidades de producción, en cierto modo, son sitios aislados de los centros donde hay vigilancia y actuación de los organismos de seguridad ciudadana. Control de invasiones, guerrillas nacionales y extranjeras, abigeato, etc.

-Uso adecuado de los recursos suelo-agua para que brinden sus frutos y perduren en el tiempo infinito.

-Reparación y ampliación de la infraestructura de apoyo a la agricultura, en lo referente a vialidad, electrificación, sistemas de riego y centros de recepción, tratamiento y almacenamiento de cosechas.

-Renovación de parte del parque de maquinarias y equipos agrícolas. Reparación y servicio de lo que pueda recuperarse y repotenciarse. Suministro oportuno y suficiente de partes y lubricantes.

-Suministro suficiente, oportuno y de calidad, de los insumos básicos como semillas, fertilizantes y plaguicidas para la siembra de los cultivos, y transporte de los productos.

-Mejorar la capacitación, a todos los niveles (obreros, maquinistas, productores, profesionales y otros) de los que intervienen en el proceso de producción agrícola.

-Disponer de un adecuado servicio de extensión agrícola de competencia en todas las regiones agrícolas, que permita que los productores se sientan apoyados y atendidos.

-Por supuesto, incrementar y en lo posible correlacionar la investigación en el mundo agronómico con las necesidades más críticas de los productores o de las regiones agrícolas.

Indudablemente, todo eso en el marco de una adecuada selección de qué cultivos vamos a sembrar, superficies o cuánto debemos producir, dónde se van a producir, con quién, cuándo, y otras interrogantes que se pudieran plantear para orientar los programas de producción agrícola y contribuir con la soberanía alimentaria.


Sin fertilizantes es imposible producir la cantidad de alimentos que necesitamos para satisfacer los requerimientos de la población.

En Amazon está a la venta el libro del autor: “Fertilidad de suelos y su manejo en la agricultura venezolana”. Tiene información muy útil para mejorar la práctica de fertilización de los cultivos, con miras a una mayor productividad y a un mejor trato a los suelos y al ambiente en general, https:/www.amazon.com/dp/1973818078/

pedroraulsolorzano@yahoo.com – www.pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com


Pedro Raúl Solórzano Peraza es colaborador destacado de Mundo Agropecuario

Este trabajo fue enviado por el autor o autores para Mundo Agropecuario, en caso que se desee reproducir le agradecemos se destaque el nombre del autor o autores y el de Mundo Agropecuario, redireccionando hacia el artículo original.

 

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