Con una positiva alza en los envíos los cítricos chilenos están cerrando la campaña 2018, durante la cual se han exportado más de 358.570 mil toneladas de cítricos a los distintos mercados del mundo. Una cifra que da cuenta de un aumento en los envíos de 32% respecto a la temporada anterior.

“Se cierra una temporada con un crecimiento récord de las exportaciones. Una temporada de grandes contrastes con un mercado pocas veces visto para el limón, pero complicado para la naranja y por primera vez, un mercado con suficiente oferta de mandarinas”, señaló Juan Enrique Ortúzar, presidente del Comité de Cítricos de Chile-ASOEX.

En cuanto a los mercados, Estados Unidos ha recibido el 87% del total de los envíos, en tanto Lejano Oriente y Europa, representan el 7% y 3% respectivamente. Con participaciones inferiores se encuentran Canadá (2%), Latinoamérica (1%) y Medio Oriente (menos del 0,1%).

Del total exportado durante la temporada 2018, las naranjas representan el 28%, limones un 25%, mandarinas un 30% y las clementinas, el 17% restante.

“Una dificultad importante durante toda la temporada, fue el atraso de la maduración y la partida de las cosechas, lo que generó una sensación inicial que no se cumplirían las estimaciones, pero que finalmente se materializaron al punto de superar las metas. Las heladas, ocurridas desde junio en adelante, también supusieron un desafío importante tanto por la disminución de la oferta potencial como por la necesidad de poner en marcha los procedimientos técnicos para reconocer y segregar la fruta dañada en el campo y en el packing, evitando que llegará al mercado”, comentó Ortúzar.

Exportaciones por especies
Para las clementinas, las cosechas se desarrollaron sin mayores inconvenientes, alcanzando volúmenes que superaron lo inicialmente estimado por el Comité de Cítricos, debido a la época del año no se detectaron daños por heladas y registrando a la fecha envíos cercanos a las 63.198 toneladas, un 55% más que la campaña anterior.

De igual manera, los limones tuvieron una buena temporada con alzas en sus exportaciones y sin mayores efectos de heladas, debido al alto grado de avance en la cosecha al momento de registrarse las bajas temperaturas. Las exportaciones de limones completan poco más de 88.140 toneladas, volumen 14% superior respecto al 2017.

En el caso de las naranjas, pese a que las heladas afectaron algunos huertos de fruta, por el estado de madurez que presentaban, el volumen total de naranjas obtenidos en la temporada superó las estimaciones iniciales, completando cerca de 99.876 toneladas exportadas, un 32% más que la temporada anterior.

Para las mandarinas, las cosechas continúan activas. En general las cosechas avanzaron más lento comparado con campañas anteriores, debido a condiciones de temperatura durante el período de crecimiento, que retrasaron la madurez interna y externa de la fruta. Además, fue una de las especies más expuesta a las bajas temperaturas, lo que unido a su mayor sensibilidad provocó daños en la fruta, por lo que en torno a un 15% de la fruta no fue exportada. Sin embargo, el volumen total de mandarinas fue mayor a lo esperado, registrando a la fecha envíos cercanos a las 107.356 toneladas, lo que representa un aumento de 40% respecto a la temporada anterior.

Temporada 2019: Apostar a calibres correctos
El Comité estima que con el crecimiento de la oferta chilena unida a la oferta de Perú y de otros orígenes como Uruguay y Sudáfrica, la industria chilena tiene que hacer un esfuerzo especial por concentrarse en ofrecer los calibres preferidos en el mercado, ya que al contar con una oferta suficiente durante toda la temporada, se anticipa poco espacio para el calibre 5, ni menos pensar en un calibre 6.

“El productor está aún a tiempo para preparar el huerto y preocuparse de todos los factores de manejo que inciden en el calibre, desde el riego, la nutrición, poda, regulación de carga y tratamientos de campo”, asegura el presidente del Comité. Agregando que, “aunque ya es tarde para intervenir sobre la floración, vemos con tranquilidad que los productores que han detectado presencia de semillas en sus huertos, han adoptado el uso de la cobertura con malla durante la floración. La ausencia de semillas es un factor de la mayor importancia para el consumidor y los comercializadores, por lo que cada vez hay menos mercado para mandarinas con semillas y la industria ha respondido bien a esta exigencia”.

Por otra parte, señalan la importancia de la implementación de las normas de inocuidad, la certificación de los huertos en buenas prácticas agrícolas y la creciente restricción de uso de agroquímicos para el control de las plagas, los que suponen un desafío nuevo para el productor ya que los plazos de implementación de la norma FSMA y las mayores exigencias de los supermercados de ese país no admiten mayor postergación.

En relación a las estimaciones para la próxima temporada, el Comité proyecta un crecimiento importante en mandarinas tardías y un crecimiento menor en clementinas. “Sin embargo, aún es temprano para estimar volúmenes, creemos que el volumen exportado debería continuar creciendo, a menos que haya algún ajuste de superficies mediante reinjertación”, asegura Ortúzar.

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