Comerciantes, empresarios turísticos y agricultores creen que las decisiones frenan la reactivación.

Movilización por placas y restricción de circulación a partir de las 23 horas son algunas de las medidas que rechazan los sectores productivos. Desde la Cámara de Comercio, Patricio Alarcón las calificó como improvisadas y anticipó que tendrán más repercusiones en la economía de la ciudad.

Explicó que el 60% de las ventas de las tiendas y restaurantes se concreta entre jueves y domingo, por lo que el cierre forzoso a las 21:00 o 22:00 durante estos días para que los empleados alcancen a llegar a sus hogares, les perjudica. Las disposiciones para pretender frenar los contagios en Quito son trabas para el sector productivo y generan confusión e inestabilidad en las empresas.

“Los señores del Concejo no están ayudando a que el ciudadano pueda salir adelante tratando de conseguir una fuente de trabajo digna y están en contra de quienes tratamos de emprender, de producir y de trabajar en la ciudad” dijo el representante gremial.

No es el único que piensa que la gestión municipal no es la adecuada, que al alcalde Jorge Yunda le falta capacidad de liderazgo y que el Concejo Metropolitano se equivoca en la toma de ciertas decisiones. Rodrigo Gómez de la Torre, Presidente de la Cámara de Agricultura de la primera zona, considera que se está convirtiendo a la capital en una especie de isla desconectada del resto del país.

Puso como ejemplo la afectación que está generando la Ordenanza 0019 que abarca regulaciones para la fauna urbana e incluye disposiciones para la crianza de animales de consumo. Expresó que la misma no fue socializada, que demuestra un escaso conocimiento del sector agropecuario y constituye un conflicto de competencias con la normativa vigente y las autoridades competentes.

“Los aspectos de bienestar animal para quienes hacemos producción animal son fundamentales. De un animal bien tratado tenemos productos de buena calidad y nosotros trabajamos por ello. La ordenanza está mezclando dos temas completamente distintos”, añadió.

Mientras que desde el sector turístico hay críticas a la estrategia global de prevención. Raúl García, Presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha cree que el control debe hacerse en los sitios donde se sabe que se producen los contagios: los locales que operan en condiciones ilegales y las aglomeraciones que provoca la informalidad. La restricción, dijo, no debe ser al transporte privado ni al sector formal que ha cumplido con todos los protocolos de bioseguridad.

Las autoridades municipales indicaron que las medidas se evaluarán cada quince días, pero por el momento estarán vigentes hasta el 9 de febrero cuando se haya cumplido la primera vuelta electoral.

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