La Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (DFC, por sus siglas en inglés) tiene un acuerdo con Ecuador por 3.500 millones de dólares para prepago de deuda cara y reactivación económica, a cambio de que el país latinoamericano excluya a China y sus compañías de sus redes de telecomunicaciones, según publica el diario norteamericano Financial Times.

El presidente de DFC, Adam Boehler, ha firmado el acuerdo en un evento junto al presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, este jueves, calificando el acuerdo como un nuevo modelo para expulsar a China del continente latinoamericano.

El propósito de estos fondos que según el Acuerdo Marco llegarían con un plazo de 8 años y al 2,48% de interés (2,25%+ libor) será prepagar la deuda cara, promover proyectos de monetización de activos y reactivar al sector productivo.

Boehler ha explicado que el acuerdo significará un impacto positivo en el desarrollo de Ecuador, al tiempo que evitará que un país «autoritario» ejerza influencia en otros países.

La saliente Administración de Donald Trump espera que la iniciativa dibuje un modelo que anime a otras naciones latinoamericanas a dejar de depender de la deuda que compre China y a evitar a las empresas asiáticas accedan a sus redes de telecomunicaciones.

La DFC ha informado al equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, y también a los senadores demócratas y republicanos. Boehler dijo que el equipo de Biden consideró la nueva estructura como un enfoque interesante e innovador.

El organismo ha señalado a su vez que este no es un acuerdo establecido por la Administración de Trump. «Esto no es una prioridad de los demócratas ni una prioridad de los republicanos. Esto es una prioridad estadounidense«, aseguró Boehler en declaraciones al Financial Times.

Una de las principales condiciones del acuerdo con Ecuador es que firme lo que el Ejecutivo de Trump considera «una red limpia». Esto es una iniciativa del Departamento de Estado diseñada para asegurar que los países excluyen a China de los servicios y equipamiento de telecomunicaciones al tiempo que desarrollan sus redes de alta velocidad 5G.

El representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el ministro de Comercio Exterior de Ecuador, Iván Ontaneda, firmaron el 9 de diciembre de 2020 un acuerdo comercial bilateral de primera fase.

En el marco del trato, la DFC se coordinará con instituciones financieras privadas para ayudar a crear un vehículo de oferta que compre activos de petróleo e infraestructura en Ecuador. Las ventas de estos activos proveerá a Ecuador de liquidez para pagar la deuda con China antes de lo acordado e inyectar inversiones en varios proyectos de desarrollo.

En cuanto al reemplazo de deuda cara por barata, se podría hacer a través de prepagar la deuda asiática atada a petróleo y de esta manera, se liberaría el crudo que está comprometido.

Pese a lo dicho por el funcionario estadounidense, el ministro de Finanzas de Ecuador, Mauricio Pozo, aseguró que el país va a continuar teniendo las mejores relaciones con todos los países. También negó que este tipo de convenios sirvan para condicionar que solo empresas estadounidenses se beneficien, en el tema de la monetización. Explicó que la participación está abierta a todos los países del mundo.

Cambiar la relación de dependencia

La deuda de Ecuador con China se remonta al mandato del expresidente Rafael Correa, cuya deuda soberana entró en ‘default’ o impago en 2008, tras lo cual decidió dar la espalda a Washington y acordar una serie de préstamos con China, los cuales todavía se continúan pagando.

El actual presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, ha criticado los acuerdos chinos como opacos y perjudiciales para el país. Su ejecutivo ha renegociado algunos términos de deuda y el año pasado aseguró 2.000 millones de dólares (1.645,3 millones de euros) en nuevo dinero procedente de un banco chino.

El economista Alberto Acosta Burneo, directo de Análisis Semanal, reaccionó en Twitter ante esta noticia y explicó por qué Ecuador se beneficia de la guerra económica entre ambas potencias mundiales de la economía.

«La agencia norteamericana otorgará a Ecuador $ 3.500 millones al 2,48% de interés para pagar la deuda cara con China (hasta 9% de interés) y probablemente podamos liberar crudo de las ventas a plazo atadas a financiamiento», dijo Acosta Burneo.

Según el analista, Ecuador le «otorgó demasiado poder a China al transformarlo en su único comprador de petróleo» y ahora, con el apoyo de Estados Unidos, debe «aprovechar esta oportunidad para nivelar la relación, que pasemos de la dependencia a una relación de beneficio mutuo».

En 41 años de relaciones bilaterales, China se ha convertido en un mercado clave para las exportaciones de Ecuador y es el octavo país de origen de la inversión extranjera.

China es, además, el tercer destino de productos del Ecuador, que tiene un tratado comercial con la Unión Europea y avanza hacia la firma de otro con Estados Unidos.

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