Las continuas protestas contra el Gobierno colombiano en el país sudamericano han afectado a una parte inesperada del sector de productos agrícolas.

«Es un poco sorprendente que los materiales de envasado hayan sido el principal problema que nos afecta, pero esa es la realidad», dice Andrés Ocampo, de HLB Specialties, en Fort Lauderdale (Florida).

Aunque HLB se ocupa de enviar productos colombianos, en su mayoría exóticos y tropicales, a diferentes partes del mundo, Estados Unidos, Canadá, toda Europa y más, Ocampo expresa que el problema es acceder a las materias primas para crear los envases. «Por ejemplo, los fabricantes de cajas se encuentran cerca de la ciudad de Cali, que fue el epicentro de las protestas al principio. Los bloqueos en las carreteras crearon un cuello de botella para los materiales de envasado que afectó a la cadena de suministro», señala. «Aunque teníamos el producto, en algunos casos perdimos oportunidades porque no teníamos los materiales necesarios para envasarlo y enviarlo».

Agotar el inventario
Señala que cuando las protestas comenzaron a finales de abril, los productores y transportistas tenían un inventario de materiales en el que confiar. «Pero al cabo de unas semanas, esos inventarios se agotaron y necesitaron reponerse. Las fábricas no podían seguir el ritmo de la demanda porque las materias primas no les llegaban a tiempo. Los efectos de las protestas retrasaron las cosas unas dos o tres semanas».

En el caso de HLB, las protestas también afectaron a los envases que había desarrollado. ¿Cómo se enfrentó a ello? «Tuvimos que volver a lo básico y olvidarnos de la impresión de colores y de los envases especiales y, en su lugar, utilizar lo que había disponible», expresa. Algunas fábricas tenían suministros, pero no siempre eran los proveedores preferidos. «Sin embargo, al fin y al cabo, teníamos que envasar nuestros productos, así que eso es lo que acabamos haciendo», comenta.

Problemas de suministro a nivel mundial
Se trata de un nuevo bache en una cadena de suministro global ya inestable. «El problema se suma a la situación actual en todas partes. Pero de todas formas habría ocurrido en cierta medida, porque las cadenas de suministro están muy tensas en este momento», señala Ocampo.

Esto se añade a los problemas que han surgido en el principal puerto del país, Buenaventura, que también están relacionados con las protestas. A finales de mayo, por ejemplo, un grupo de compañías navieras suspendió las operaciones en el puerto. «Buenaventura también es una ciudad con problemas sociales y disturbios, por lo que era natural que las huelgas también afectaran significativamente al puerto», continúa Ocampo.

Dicho esto, la situación en Colombia empieza a estabilizarse y avanza lentamente hacia la vuelta a la normalidad: a principios de la semana pasada, los líderes de las protestas en Colombia instaron a suspender las manifestaciones. «La solución del problema está cerca, pero desgraciadamente llevará tiempo. Sin embargo, el daño ya está hecho y la cadena de suministro está interrumpida», concluye. «Necesitamos que las cadenas de suministro vuelvan a la normalidad. Pero incluso si las cosas se resolvieran hoy, pasarán semanas, incluso un mes, hasta que se vuelva a un programa regular de envíos y se solucione el retraso».

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