Por cada cinco hectáreas de maíz se genera un empleo. El sector ocupa unas 84.000 personas en el país. FOTO JULIO CÉSAR HERRER

“Estamos en el mejor de los mundos”, aseguró Henry Vanegas, gerente de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce), al hacer referencia a las condiciones favorables que hay para la siembra de este grano en Colombia.

Para el dirigente gremial el buen momento obedece a la gran demanda de alimentos que elevó los precios en la bolsa de Chicago (uno de los principales centros en los que se negocia el alimento), así como al alza en la tasa de cambio del dólar y al incremento en los fletes.

“Esto provoca que se pueda vender la producción al doble de lo que se estaba vendiendo. Es decir, hacer lo de dos cosechas en una”, comentó Vanegas a EL COLOMBIANO, quien estimó que este año la cosecha de maíz alcance 1,5 millones de toneladas. En los mercados a futuro se mantiene la cotización del maíz por encima de 220 dólares la tonelada.

“En este segundo semestre se mantienen muy buenas expectativas, porque creemos que el precio va a subir y consideramos que se va a mantener alto durante tres o cuatro años”, añadió el gerente de Fenalce, quien cifró en 420.000 las hectáreas cultivadas en el país, de manera mecanizada.

Ante esa perspectiva de bonanza, un grupo de inversionistas antioqueños encabezado por Manuel Santiago Mejía está impulsando mayores siembras de maíz, añadió el dirigente gremial, quien consideró que estos proyectos podrían aumentar los cerca de 84.000 puestos de trabajo que genera este sector.

Más impulso

Analistas económicos de Bancolombia, por su parte, señalaron que el precio de los cereales, principalmente del maíz, podrían llevar a los agricultores a sustituir el cultivo de arroz.

Indicaron que las siembras y la producción de arroz no se han detenido en 2021, lo que llevaría los inventarios a permanecer elevados y los precios bajos respecto a lo experimentado en 2020. Esto podría incentivar, en cierto modo, la producción de otros cereales de ciclo semestral como el maíz, el cual experimenta un crecimiento del precio nacional de 36 % a junio.

Además, la buena aptitud de los suelos para la siembra de maíz en departamentos arroceros como el Meta permitiría realizar esta acción.

En esta coyuntura, Fenalce insistió en que Colombia debe afianzar su capacidad productiva e incursionar decididamente en la apuesta por la producción local de cultivos agroalimenticios de ciclo corto para una demanda insatisfecha y enfatiza en que el maíz importado no es competitivo. Vale anotar que en 2020 se importaron 5,8 millones de toneladas de este cereal.

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