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El precio medio de la exportación de frutas y hortalizas frescas en enero de este año ha subido un 2% respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, este aumento aún está muy alejado de la subida media de los costes de producción, que se ha elevado al 30%.
En total, la exportación española de frutas y hortalizas frescas en enero subió un 1% en volumen respecto al mismo mes del año anterior y un 3% en valor, totalizando 1, 2 millones de toneladas y 1.530 millones de euros respectivamente, según los últimos dato del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria.
Las hortalizas registraron un mejor comportamiento en enero que las frutas, con incrementos del 6% en volumen con relación al mismo mes de 2021 y del 8% en valor, situándose en 685.127 toneladas y 874 millones de euros. Por el contrario, la exportación de frutas descendió un 4% en volumen y un 3% en valor, situándose en 602.422 toneladas y 656 millones de euros.
El precio medio de las hortalizas exportadas en enero subió un 1,8%, situándose en 1,31 euros/kilo y el de las frutas un 1,2% situándose en 1,09 euros/kilo. Esta ligera subida pone en evidencia la imposibilidad de contrarrestar el imparable crecimiento de los costes de producción, que comenzó en 2021 y que se ha agudizado este año, por lo que se requieren medidas específicas adaptadas al sector, según ha destacado FEPEX.
Entre ellas, FEPEX plantea la mejora de las medidas de gestión de crisis de mercado, especialmente la retirada de producto en el marco de las OPFH. La organización plantea también la bonificación de insumos utilizados por las centrales hortofrutícolas y las explotaciones en un 15%, así como la reducción de los costes de la energía y del agua de riego.
En este sentido, se propone la puesta en marcha de un modelo de contratación que permita la doble tarificación eléctrica a lo largo del año, prevista en la Ley 16/2021, discriminando por épocas de riego y no riego en las explotaciones y por campañas de actividad en los almacenes de manipulación.
Se plantea asimismo una reducción de los costes energéticos que conlleva la desalación.
