En las asociaciones de Carchi piden solucionar los problemas que atraviesan actualmente antes de pensar en importar productos lácteos de otros países.

En medio de una situación crítica, profundizada por la pandemia de COVID-19, uno de los últimos anuncios del presidente Guillermo Lasso cayó como un ‘balde de agua fría’ al sector lácteo y ganadero de la provincia de Carchi.

En su última visita a Uruguay, en breves declaraciones recogidas tras cumplir agenda con el presidente Luis Lacalle Pou, así como durante una reunión en la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), Lasso mencionó posibles acuerdos comerciales entre los dos países, poniendo como ejemplo la importación de productos lácteos y carnes.

“Las economías de Uruguay y Ecuador son complementarias. Lo que produce Ecuador no lo produce Uruguay y viceversa. Por lo tanto, podemos exportar banano y podemos comprar productos lácteos y carnes”, dijo el mandatario.

Reacciones

A pesar de que no existe ninguna propuesta o proyecto en firme del Gobierno para importar lácteos y carnes de Uruguay,  la Federación de Productores de Leche del Ecuador calificó como un “total  desacierto” del Presidente plantear esa posibilidad.

“Sería el fin del sector ganadero del Ecuador”, expuso el gremio en un documento en el que incluso se exige la renuncia del ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Pedro Álava, “ante la ausencia de un representante del sector que proteja a los productores”.

Las asociaciones de ganaderos de Carchi también advierten que podrían quebrar totalmente, considerando que no están en condiciones de competir con otros países, por diversos factores.

Desde la Asociación de Ganaderos del cantón Montúfar se resalta que en otras regiones existe una tecnificación mucho más alta de la ganadería, debido a que tienen mayor ayuda y subsidios por parte del Gobierno.

Realidad local

Edwin Santos, presidente de los ganaderos de Montúfar, comentó que hay diferencias de costos para acceder a tecnología, insumos y otros productos que permitan impulsar la producción. Como ejemplo, mencionó que mientras un tractor mediano en Ecuador cuesta casi $50.000, en Uruguay bordearía los $20.000.

Agregó que una eventual importación de lácteos y carnes desde Uruguay golpearía a las grandes y pequeñas industrias de leche que comercializan menos de 250 litros al día.

Expuso que menos de la mitad de los ganaderos que se dedican a la venta de leche son formales y poseen cadenas de producción que terminan en grandes industrias. El resto es informal, genera menos litros diarios y venden en pequeñas fábricas, donde ni siquiera se respeta el precio oficial que cubre los costos que genera el negocio. Por eso reiteró que importar leche de mejor calidad y a menor precio los llevaría a la quiebra.

Esta situación de informalidad en la venta de leche tampoco permite conocer con exactitud cuántos productores se dedican a este negocio en la provincia, donde se estima que se producen 250.000 litros diarios.

“Aparte que es fluctuante el tema, porque en Carchi, particularmente, cuando hay productos agrícolas como la papa que tienen un precio alto, en el campo dedican a esa actividad, dejando la leche en un segundo plano, mientras que si baja el precio de la papa, se trasladan al sector ganadero y de leche informal”, expuso.

Marcelo Chiles mencionó que las autoridades nacionales desconocen la realidad local, los costos que asumen y los inconvenientes que enfrentan pequeños productores como él. Agregó que antes de pensar importar productos lácteos al país, las autoridades deberían manejar la crisis que el sector atraviesa desde antes de la pandemia.

Chiles resaltó que la situación es crítica, pues viven acechados por la sobreproducción y el contrabando. “Cuando hay demasiada leche en el mercado, se paga el litro desde los $0,25 centavos, por no botar, cuando el precio oficial, que pagan las grandes fábricas, es de $0,42. El año pasado, en agosto, nos invadieron de leche colombiana y nos fuimos en picada”.

Recordó que en el primer año de pandemia, el ordeño de leche no se paró, pero el consumo de lácteos en el Ecuador se redujo más del 50%, por lo que los productores ahí sí se vieron obligados a regalar o botar la leche.

Mejoras para competir

Tanto entre los ganaderos como en la Asociación de Productores de Lácteos de Tulcán concuerdan en que actualmente no están en condiciones de competir con mercados internacionales. Esto, porque los estándares en otros países son superiores que en el Ecuador, mejorando considerablemente la calidad de la producción final.

Como parte de las propuestas para mejorar, mencionan la tecnificación de los procesos, permitiendo la importación de insumos y tecnología con menores aranceles. Además, aclaran que la eliminación de ciertos impuestos para este sector ha sido insuficiente.

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