El desafío de aumentar la productividad en el agro, da paso a la  incorporación de nuevas tecnologías en el sector  con las cuales  se podrán bajar costos de producción, aumentar rendimientos  y mejorar la calidad de los productos.

Dentro de estas nuevas tecnologías podemos citar:

El Dron
Es Una de las tecnologías que más han llamado la atención en estos últimos años.  Son pequeños aparatos voladores no tripulados y que pueden ser controlados en forma remota. Estos ofrecen múltiples posibilidades para la agricultura. Pueden sobrevolar los campos de una forma rápida y captar información diversa gracias a sus sensores. Esto permite que aquellos que gestionan los cultivos tengan a su disposición una herramienta para controlar e incrementar la productividad.

Un solo dron puede monitorizar cientos de hectáreas de forma precisa, evaluando las condiciones del terreno, con el fin de recoger información sobre la hidratación, la temperatura o el ritmo de crecimiento de los cultivos. Una de las funciones más importantes que se atribuyen a estos dispositivos es la localización prematura de enfermedades. De esta forma se pueden evitar plagas que arruinen parte de la cosecha.

Tractores autónomos
La idea de los tractores autónomos lleva en boga desde los años 80, cuando empezó a desarrollarse el concepto de agricultura de precisión. Los inicios de esta tendencia, que busca medir lo máximo posible el estado de los cultivos para mejorar su rendimiento, fueron tímidos. Y más tímidos aún fueron los de la maquinaria agrícola autónoma.

Aún queda, en cambio, para la llegada de los tractores autónomos. Pero no tanto como pudiera parecer. Son varias las compañías que trabajan en proyectos de este tipo, incluidas las grandes, como John Deere o la japonesa Kubota, cuyo primer modelo autónomo estaba previsto que aterrizara en el mercado nipón este año.

Marcas como New Holland o Case IH ya han presentado sus propios modelos al público. Por el momento se trata más de exhibir progresos tecnológicos que de comercializarlos. Pero las ventajas de esta maquinaria autónoma ya se anticipan. Los fabricantes coinciden en que los nuevos tractores serán más precisos, favoreciendo la conservación de la semilla, por ejemplo. La carga de trabajo, por supuesto, se reducirá y serán una garantía frente a la escasez de mano de obra. Además, estos vehículos pueden trabajar en horas no hábiles para los agricultores, pues no se necesitará que una persona se ocupe de los mandos.

La granja vertical más grande del mundo
La carencia de agua en Emiratos Árabes Unidos es solo superada por Kuwait en Medio Oriente, por lo que cuando se trata de agricultura, se requiere de un enfoque productivo e inteligente. Ahora la granja vertical más grande del mundo en Dubái pretende cambiar el mundo y producir cerca de 2.721 kilos de verduras al día.

Esta instalación tendrá una extensión de 12.000 metros cuadrados, lo que dobla a la ubicada en Newark, Nueva Jersey, a las afueras de la ciudad de Nueva York. Con una inversión de aproximadamente 34 millones de euros, comenzará a construirse en noviembre gracias a la colaboración conjunta de dos empresas, Crop One Holdings y Emirates Flight Catering, proveedores de cerca de 225.000 comidas diarias desde su base en el Aeropuerto Internacional de Dubai.

Pero no todo son alicientes, la mayoría de las granjas verticales emplean sistemas hidropónicos o aeropónicos, sin suelo, en los cuales los nutrientes se disuelven en el agua que requiere de la ingeniería idónea para que sea conservada fácilmente. Para solventar la gran inversión energética de la que dependen estos cultivos se ha planteado una combinación de energía de la red eléctrica y solar, fomentando así que el 75% de la energía de Dubai provenga de la energía solar en 2020.

Tecnología 4.0 para el Sector Agroalimentario
El concepto “Smart Agro” es básicamente la consecuencia de la irrupción de las TIC. De una revolución digital que trae consigo una transformación de la industria agroalimentaria, agrícola, ganadera, pesquera, rural y forestal, entre otras.

En España el sector agroalimentario tiene un peso relevante en el conjunto de la economía nacional, así como un impacto social significativo, pues contribuye a la actividad y el poblamiento de extensas áreas rurales. La tecnología es una de las claves de supervivencia de la agricultura en el futuro, combatiendo en paralelo, a la progresiva y veloz pérdida de superficie cultivable.

La recopilación e identificación de datos es, sin dudas, una herramienta indispensable para la trazabilidad, el impacto medioambiental y la optimización de los recursos. “La información se constituye en el eje conductor de los procesos productivos”.

Esto se logra gracias a la toma continua de datos por medio de sensores, el almacenamiento, procesado y análisis de los mismos y su conversión en decisiones de valor. Aunque el agricultor o ganadero no se dé cuenta, está participando de estos nuevos procesos que nos van superando día a día en una vida que no da respiros.

Drones, sensores aéreos y terrestres, maquinaria guiada por GPS entre otras herramientas, son los nuevos habitantes del paisaje rural.

El uso combinado de robótica, geoposicionamiento y análisis Big Data, ha consolidado procedimientos válidos para combatir el derroche de agua y el exceso de la aplicación de productos agroquímicos y fertilizantes.

El cambio climático, sus fenómenos extremos, la globalización de las enfermedades y la impredecibilidad de los modelos meteorológicos que nos depara el calentamiento global, determinan un escenario más que preocupante para las explotaciones agrarias actuales y futuras.

Tecnología satélite
La NASA está apostando por la tecnología satelital para predecir sequías y ayudar así a los agricultores; por su parte, La Agencia Espacial Europea, está desarrollando aplicaciones basadas en la misma tecnología para monitorizar sequías agrícolas y predecir cosechas.

Se han desarrollado numerosas aplicaciones que permiten combinar las imágenes e información de la NASA, con el conocimiento de otras fuentes de información, como la U.S. Department of Agriculture y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU. Lo anterior, para ofrecer mejoras sustantivas en las predicciones de las cosechas en aquel país.

Inputs y agricultura más natural
El control biológico surge como alternativa a los pesticidas y sustancias químicas para el control de plagas, debido principalmente a que los consumidores de los países desarrollados han comenzado a tener conciencia medioambiental y piden a los agricultores productos más naturales y sostenibles.

Esta tendencia, en la práctica, se traduce en la sustitución de fertilizantes de base química por fertilizantes de origen natural; desarrollándose soluciones naturales para combatir plagas, recurriendo a sustancias presentes en la naturaleza o al control biológico.

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