El comercio electrónico es uno de los sectores con mayor potencialidad de empleo, según la OIT. Archivo / El Telegrafo

El estudio publicado halló que los sectores de comercio electrónico, desarrollo de software e internet de las cosas presentan mejores oportunidades de empleabilidad y emprendimiento.

Comercio electrónico, desarrollo de software, internet de las cosas, educación básica, transporte verde y saludable, atención sanitaria y agricultura (cultivos de café y cacao) son los sectores económicos con mayores oportunidades para la creación de empleo y emprendimientos sostenibles en Quito y Guayaquil.

Este es el resultado de un estudio que efectuó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en los sectores con potencial para la empleabilidad y el emprendimiento, con el fin de acelerar la inserción laboral de personas nacionales, migrantes y refugiadas venezolanas afectadas por la emergencia del covid-19.

“El estudio ha identificado los ocho sectores económicos con mayor generación de empleo (juntos suponen un 87,2% del empleo pleno nacional); ha evaluado el riesgo de pérdida de empleo por la crisis sanitaria en estos sectores y ha identificado los tres subsectores con mayor potencial de crecimiento pos-covid-19”, sostuvo Elena Montobbio, Directora Adjunta de la Oficina Andina de la OIT.

La OIT concluyó que los sectores de comercio electrónico, desarrollo de software e internet de las cosas son los que presentan condiciones más favorables para impulsar iniciativas tanto de empleo como de emprendimientos, puesto que sus estructuras se aproximan más al libre mercado, permitiendo así una fácil entrada de nuevos competidores.

Se consideró, además, que la crisis por el covid-19 aceleró la adopción de medios electrónicos en diversos sectores, sobre todo para el comercio. “Es importante remarcar el hallazgo del estudio de la OIT que apunta a los sectores del comercio electrónico, desarrollo de software, entre otros, como las áreas productivas más prometedoras en términos de crecimiento y generación de plazas de trabajo”, dijo la viceministra de Trabajo y Empleo, Sharian Moreno.

“La atención focalizada en estos sectores permitirá agregar valor a la matriz productiva del Ecuador, por cuanto en estas líneas de trabajo prima la especialidad y no el bajo costo de producción. Una intervención en estas áreas dinamizaría el modelo tradicional de la matriz productiva ecuatoriana, potenciaría actividades económicas en las que apenas se ha incursionado y ofrecería alternativas para promover el empleo formal”, aseguró la viceministra.

Además, con el foco puesto en promover la integración de la población migrante y refugiada, el estudio incluye también una descripción de las características sociodemográficas y de empleabilidad de la comunidad venezolana en Ecuador.

“El estudio también evalúa la coincidencia entre las habilidades, los conocimientos y las experiencias requeridas por los subsectores seleccionados y las existentes en los migrantes venezolanos; y, en caso de que el perfil actual de estas personas no incluyera las habilidades requeridas, se evaluó también el potencial de realizar entrenamientos que en un periodo corto pudieran brindarles las herramientas para emplearse o emprender en estos subsectores”, aseguró la representante de OIT.

La representante de Acnur en Ecuador, María Clara Martín, resaltó el estudio puesto que la población migrante y refugiada, pues dijo que no quiere recibir ayuda humanitaria, ellos quieren oportunidades de trabajo decente para contribuir con el desarrollo de Ecuador y, específicamente, contribuir con la recuperación socioeconómica post covid-19 en el país.

El subsecretario de Protección Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, Marcelo Vásquez, destacó las posibilidades que plantea el estudio para generar sinergias entre migración y desarrollo económico local. “Los objetivos del estudio son compatibles con los esfuerzos del Gobierno del Ecuador para potenciar los beneficios de la migración.

El estudio deja en claro que el alto nivel de formación técnica de la población migrante puede contribuir con el desarrollo productivo del país”, dijo Vásquez. El estudio se desarrolló en el marco del proyecto Emprende Segur@ que la OIT implementa con el apoyo de Usaid, para promover la recuperación de medios de vida de 600 personas, entre nacionales, migrantes y refugiados, con la implementación de emprendimiento sostenibles, a través del apoyo financiero y la capacitación empresarial.

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