La Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) manifestó su preocupación por el bajo precio internacional de la leche. La alerta está relacionada con el impacto negativo que la situación podría tener en los precios que en el país se paga a los productores.
“La combinación de baja de precio en el mercado internacional con una menor tasa de cambio de pesos por dólar habilita la posibilidad de aumentar las importaciones extra cupo para este año, pero su impacto será más fuerte en 2018 cuando hay nuevos cupos y se podrían importar, con base en los TLC, 15.744 toneladas de leche”, explicó Fedegán.
Según José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo del gremio, desde septiembre la tendencia de los precios en los mercados lácteos ha estado a la baja, pero que se ha profundizado en el último mes. Hay que recordar que la Unión Europea desmontó las cuotas de producción de leche desde abril de 2015, lo que ha contribuido a un aumento de la oferta del producto a nivel mundial.
“Mientras que en agosto de 2017 la tonelada de leche en polvo entera se cotizó en US$3.665 en el mercado europeo, US$3.158 en el de Oceanía y US$3.412 en el de Estados Unidos; para la primera semana de noviembre los precios de dichos mercados fueron de US$3.050 para Europa y Oceanía y US$3.097 para el americano, con una caída promedio de 10% en tan solo tres meses”, añadió la Federación.
El dirigente gremial agregó que “si la tasa de cambio se mantiene alrededor de los US$2.942 mencionados, pero el precio internacional cae por debajo de los US$2.586, se perdería toda protección y sin duda las importaciones crecerían con más dinámica, generando en el marcado interno una sobre oferta que impactará los precios internos a la baja”.
Colombia, según los industriales, importa cerca de 3% de la leche que consume el país. De acuerdo con Fedegán, en lo corrido de 2017 hasta agosto ingresaron al país 31.000 toneladas de leche. “Este volumen es más del doble de los cupos por TLC que suma 14.446 toneladas”, dice el gremio. Para lo que resta del año los ganaderos temen que mayores importaciones procedentes de Estados Unidos y de Europa -bloque con el que aún hay una parte del contingente disponible- sumen a una sobreoferta que deprima los precios y generen pérdidas a los productores nacionales.
“Pero la alerta también se extiende para el inicio de 2018, pues seguramente para el primer trimestre del año los precios internacionales estarán rondando los US$2.500, y además se tendrán cupos nuevos y de mayor tamaño en los TLC de Estados Unidos y la Unión Europea (9.744 ton y 6.000 ton respectivamente)”, concluyó Fedegán.
