lunes, 25 noviembre 2024.
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Cuba: Condiciones meteorológicas desfavorables durante la siembra

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Las condiciones meteorológicas desfavorables que acompañaron buena parte del periodo óptimo para la siembra de di­ferentes cultivos en la actual campaña de frío, tensan más la cuerda para la agricultura cubana; no obstante —según se prevé—, ello no deberá impedir que se salden los compromisos contraídos para la contienda.
Lo anterior lo confirmó recientemente a la prensa Enel Espinosa, director de Cultivos Varios del Ministerio de la Agri­cultura (Minag), y comentó que debido a esos contratiempos del clima —frecuentes lluvias y un invierno en que el frío ha brillado por su ausencia— en general el país registró varias afectaciones. En la papa solo se concretó en noviembre el 3% de su plan de siembra, lo que generó una concentración para diciembre (con el 68% de los cómpu­tos totales) y el otro 29% pesa sobre la agenda del actual mes.
De ese corrimiento del calendario agrícola y consiguiente concentración de cultivo prácticamente en un mes, se deriva un muy probable pico de cosecha que se traduce, a su vez, en mayores exigencias para el proceso de transportación y almacenaje de esa producción, puntualizó Rogelio Pupo, comercial de la Empresa Productora y Comercializadora de Semillas de ese ministerio.
A modo de ilustración —conforme especificó Osmar Méndez, jefe del Departamento de Hortalizas— en el caso de la pa­pa, la provincia de Mayabeque, la de mayor responsabilidad tanto en las áreas dedicadas al tubérculo (más de 1.900 hectá­reas) como en los re­gistros de obtención planificados, plantó en di­ciembre el 80% de la superficie prevista, por las razones mencionadas. En tanto país, para la contienda en curso, la me­ta consiste en plantar 5.731 hectáreas del codiciado rubro —lla­madas a producir unas 120.000 toneladas—, de las cuales se consiguieron poco más de 4.150 hectáreas al cierre de diciembre.
Hablando de la papa y la sensibilidad que requiere hacer­lo por tratarse de un genérico de discretos registros de plantación (solo involucra a seis provincias) y, por tanto, poco acce­sible pa­ra buena parte de la población nacional, Espinosa respondió dudas de Granma dirigidas a conocer si se diseñan estrategias para incrementar terrenos destinados a su cultivo, cómo au­mentar rendimientos y disminuir el elevado índice de im­por­tación de sus semillas —hoy alcanza el 99%—, así como las va­riantes previstas para evitar desvíos y el lucro de intermediarios ilegales que lo expenden a diferentes tarifas en CUC y las proyecciones para socializar la oferta estatal del producto en zonas como las provincias orientales, donde el tubérculo casi ni se ve.
Al respecto, dijo que los esfuerzos se centran en alcanzar mejores rendimientos, a partir de un arduo estudio de las variedades que se utilizan y así garantizar la obtención de las 120.000 toneladas concertadas en el plan. Recordó que la campaña precedente se consolidó como la quinta de mejores resultados en 32 años y en la presente, se mantienen los territorios concebidos para la plantación de la papa (Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara y Ciego de Ávila), por las ga­rantías que ofrecen, como las condiciones del suelo, disponibilidad de agua, tradición en el manejo cultural con buenas prácticas incorporadas, y otras.
Grosso modo, en lo sucesivo se mantendrá el fondo de tierras para ese fin, los planes permanecerán más o menos si­mi­lares y la apuesta mayor apunta a lo que seamos capaces de reportar, más allá de las toneladas por hectárea que tradicio­nalmente se cosechan. Y según agregó Méndez, unido a la mar­­ca­da intencionalidad en cuanto a variedades y rendi­mien­tos, ha­brá un enfoque en seleccionar mejor los terrenos y productores.
En torno al cultivo de frijoles, el jefe de Hortalizas del Minag reparó en que sufrieron determinadas pérdidas en la recogida de estos granos que corresponden a siembras anticipadas (en septiembre), que no pudieron sobreponerse a las lluvias del último mes del año, inclemencias del tiempo que dejaron vestigios amargos, asimismo, en los rendimientos.
Otro de los rubros con afectaciones en su cronograma ha si­do el tomate. De un encargo productivo fijado en 35.000 to­ne­la­das para el término del pasado mes, se estima un incumplimiento en más de 20.000.
Fuente: Fresh Plaza | ElProductor.com
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Las condiciones meteorológicas desfavorables que acompañaron buena parte del periodo óptimo para la siembra de di­ferentes cultivos en la actual campaña de frío, tensan más la cuerda para la agricultura cubana; no obstante —según se prevé—, ello no deberá impedir que se salden los compromisos contraídos para la contienda.
Lo anterior lo confirmó recientemente a la prensa Enel Espinosa, director de Cultivos Varios del Ministerio de la Agri­cultura (Minag), y comentó que debido a esos contratiempos del clima —frecuentes lluvias y un invierno en que el frío ha brillado por su ausencia— en general el país registró varias afectaciones. En la papa solo se concretó en noviembre el 3% de su plan de siembra, lo que generó una concentración para diciembre (con el 68% de los cómpu­tos totales) y el otro 29% pesa sobre la agenda del actual mes.
De ese corrimiento del calendario agrícola y consiguiente concentración de cultivo prácticamente en un mes, se deriva un muy probable pico de cosecha que se traduce, a su vez, en mayores exigencias para el proceso de transportación y almacenaje de esa producción, puntualizó Rogelio Pupo, comercial de la Empresa Productora y Comercializadora de Semillas de ese ministerio.
A modo de ilustración —conforme especificó Osmar Méndez, jefe del Departamento de Hortalizas— en el caso de la pa­pa, la provincia de Mayabeque, la de mayor responsabilidad tanto en las áreas dedicadas al tubérculo (más de 1.900 hectá­reas) como en los re­gistros de obtención planificados, plantó en di­ciembre el 80% de la superficie prevista, por las razones mencionadas. En tanto país, para la contienda en curso, la me­ta consiste en plantar 5.731 hectáreas del codiciado rubro —lla­madas a producir unas 120.000 toneladas—, de las cuales se consiguieron poco más de 4.150 hectáreas al cierre de diciembre.
Hablando de la papa y la sensibilidad que requiere hacer­lo por tratarse de un genérico de discretos registros de plantación (solo involucra a seis provincias) y, por tanto, poco acce­sible pa­ra buena parte de la población nacional, Espinosa respondió dudas de Granma dirigidas a conocer si se diseñan estrategias para incrementar terrenos destinados a su cultivo, cómo au­mentar rendimientos y disminuir el elevado índice de im­por­tación de sus semillas —hoy alcanza el 99%—, así como las va­riantes previstas para evitar desvíos y el lucro de intermediarios ilegales que lo expenden a diferentes tarifas en CUC y las proyecciones para socializar la oferta estatal del producto en zonas como las provincias orientales, donde el tubérculo casi ni se ve.
Al respecto, dijo que los esfuerzos se centran en alcanzar mejores rendimientos, a partir de un arduo estudio de las variedades que se utilizan y así garantizar la obtención de las 120.000 toneladas concertadas en el plan. Recordó que la campaña precedente se consolidó como la quinta de mejores resultados en 32 años y en la presente, se mantienen los territorios concebidos para la plantación de la papa (Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara y Ciego de Ávila), por las ga­rantías que ofrecen, como las condiciones del suelo, disponibilidad de agua, tradición en el manejo cultural con buenas prácticas incorporadas, y otras.
Grosso modo, en lo sucesivo se mantendrá el fondo de tierras para ese fin, los planes permanecerán más o menos si­mi­lares y la apuesta mayor apunta a lo que seamos capaces de reportar, más allá de las toneladas por hectárea que tradicio­nalmente se cosechan. Y según agregó Méndez, unido a la mar­­ca­da intencionalidad en cuanto a variedades y rendi­mien­tos, ha­brá un enfoque en seleccionar mejor los terrenos y productores.
En torno al cultivo de frijoles, el jefe de Hortalizas del Minag reparó en que sufrieron determinadas pérdidas en la recogida de estos granos que corresponden a siembras anticipadas (en septiembre), que no pudieron sobreponerse a las lluvias del último mes del año, inclemencias del tiempo que dejaron vestigios amargos, asimismo, en los rendimientos.
Otro de los rubros con afectaciones en su cronograma ha si­do el tomate. De un encargo productivo fijado en 35.000 to­ne­la­das para el término del pasado mes, se estima un incumplimiento en más de 20.000.
Fuente: Fresh Plaza | ElProductor.com