El mercado europeo no está muy animado. Los comerciantes de los Países Bajos y Bélgica se muestran pesimistas ante la situación de precios, aunque no es nada fuera de lo común en las primeras semanas del nuevo año. Según un comerciante belga, hay demasiada oferta porque todos los países han tenido una buena cosecha, aunque los productores españoles de Almería tienen que hacer frente a serios problemas de plagas. Los productores italianos están satisfechos con el inicio de la temporada. También en Marruecos reina el buen humor. En los Estados Unidos, la demanda es limitada por las condiciones invernales, pero el mercado está en equilibrio. Los comerciantes sudafricanos están deseando que acaben las fiestas; el mercado es una “pesadilla”.
Los tomates están en la lista de las hortalizas más consumidas del mundo. En 2016, se cultivaron 177 millones de toneladas de tomates en todo el planeta, lo que significó que la producción fue casi un 30% mayor que diez años antes. Aproximadamente, se han plantado 5 millones de hectáreas de tomates en todo el mundo y, de media, se cosechan 3,7 kilos de tomates por metro cuadrado. Los principales productores son China y la India, aunque en la India el rendimiento es bajo, por debajo de los 2,5 kilos por metro cuadrado. Esta cantidad contrasta fuertemente con los rendimientos que los productores consiguen en los Estados Unidos (9,03 kg/m2), España (8,62 kg/m2) y Marruecos (8,08 kg/m2). El rendimiento holandés se sitúa muy por encima del del resto del mundo, con una media de 50,7 kg/m2.
España: Grave incidencia de plagas en Almería
Los productores de tomate de Almería están sufriendo el impacto de muchas plagas este año, en especial de mosca blanca y Tuta absoluta. De acuerdo con varios productores y comercializadores, es el resultado de un crecimiento cada vez mayor de la superficie ecológica, y de un cada vez más latente cambio climático.
Marruecos: la exportación de tomate aumenta gracias al apoyo gubernamental
En las últimas décadas, el sector del tomate ha crecido enormemente gracias a la modernización de las técnicas y los materiales empleados. Los tomates son uno de los cultivos más importantes de Marruecos, con una superficie de 18.642 hectáreas y una producción de más de 1,2 millones de hectáreas en 2016. Esto significa que el sector genera miles de empleos en el país del norte de África, y gracias a la exportación del producto, el cultivo de tomate constituye un pilar importante de la economía.
Turquía se plantea abrir las fronteras
El aumento de los precios en Turquía podría llevar a que el país abriese sus fronteras a las importaciones. El Gobierno dijo el mes pasado que esta opción estaba sobre la mesa. En años anteriores, los tomates se importaban del Chipre turco, Rumanía y Ucrania. A raíz del veto, Rusa reabrió la puerta. Este año, Turquía podrá exportar 50.000 toneladas al que una vez fue su principal destino de exportación. En 2016, la producción turca se situó en 12,6 millones de toneladas. A los productores turnos no les preocupan solo los precios, sino también la calidad. Debido a los estrictos requisitos que impone Rusia, tan solo los tomates premium pueden enviarse a ese mercado. A causa de la falta de un buen sistema de control del mercado nacional, en el mercado turco se pueden vender sin problemas tomates de baja calidad.
Pese a las inversiones destinadas a ampliar la temporada, la UE prevé que la producción de tomate se mantenga estable. Gracias a la segmentación, el valor de la producción está subiendo. La UE produjo en torno a 18 millones de toneladas de tomates en la campaña 2016/2017, el 40% de las cuales se vendieron en el mercado fresco. El volumen restante se destina a la industria. Juntos, España, Italia, los Países Bajos, Polonia y Francia aportan el 75% de la producción de tomate para consumo en fresco. Esta distribución es distinta en lo que a la industria procesadora se refiere, para la que predominan las producciones de España, Italia y Portugal. Estos países suministran el 94% de los tomates destinados a transformación.
En los Países Bajos, el año ha comenzado con las secuelas de las Navidades, que fueron buenas en sí mismas, pero los precios cayeron inmediatamente tras el inicio del año, y ese descenso ha continuado, por lo que los precios no son buenos en estos momentos. Los daños causados por el granizo y el tornado que ha sufrido España han tenido poca influencia sobre lo anterior.
De acuerdo con un comerciante belga, “todavía hay muchos” tomates en rama en el mercado. Gracias a que las condiciones meteorológicas del invierno han sido suaves, hay buenas cosechas en toda Europa y la mayoría de los países tienen tomates de sobra de producción propia. Como resultado, los productos belgas tienen poca demanda. Por este motivo, los tomates en rama son demasiado baratos para esta época del año, con precios de entre 1,15 y 1,20 euros el kilo.
En la actualidad, la producción nacional es escasa. La temporada suele ir de marzo a noviembre y se recurre a la importación los meses restantes.
La oferta de España, Turquía y Marruecos avanza a paso lento, pero no cabe duda de que domina el mercado alemán. Por el contrario, las importaciones holandesas van disminuyendo poco a poco. Gracias a un tiempo cálido, la producción holandesa es verdaderamente buena, pero la calidad disminuye conforme avanza la temporada, de acuerdo con los comerciantes alemanes, quienes además confirman que los precios de los tomates en rama españoles todavía están uno porcentaje por debajo de los holandeses. Lo mismo puede decirse de los tomates cherry. Además, los precios españoles también son algo más bajos que hace un año. Según los comerciantes, sin embargo, estos precios se mantienen aun así por encima de la media. Esto se debe al periodo relativamente frío que se registró el mes pasado en importantes zonas productoras, como Murcia y Almería. Cabe mencionar que la calidad de los tomates españoles fue muy alta el año pasado.
El mayor productor británico de tomate ha anunciado su expansión. La empresa va a invertir en un nuevo invernadero en la isla de Wight, donde se reservará más espacio también para el cultivo ecológico.
El consumidor polaco tiene preferencia por los productos regionales. Gracias a la llegada de técnicas modernas y cultivo bajo luz artificial, ahora es posible en Polonia. Los productores están comprometidos con la ampliación de la superficie. Además de producir para el mercado nacional, los productores polacos miran al oeste, donde llama el mercado alemán. No obstante, pasarán un mes o dos hasta que la temporada polaca comience de verdad. Hasta entonces, los comerciantes tendrán que importar de España, Turquía y Marruecos para llenar los vacíos del mercado. “El mercado es inestable en este momento, pero es algo que suele ocurrir en enero”, explica un comerciante. Con los problemas que está habiendo en España, el mercado no mejorará en el corto plazo.
La temporada siciliana comenzó con buen pie en noviembre, con precios particularmente buenos para las variedades rojas. El inicio de la temporada tras la plantación en septiembre se retrasó 20 días. Como resultado, la temporada comenzó con un mercado vacío, lo cual se ha reflejado en los buenos precios. El funcionamiento de los tomates verdes no ha sido tan bueno. La oferta de la isla llegará a su máximo el próximo mes, tras lo cual la temporada continuará con volúmenes en descenso hasta junio.
En 2017, los precios fueron bajos en Shandong, la mayor región productora de tomate del país. Cayeron por la creciente producción y por las pocas opciones de transporte. Estas restricciones de transporte son el resultado del endurecimiento de los requisitos medioambientales de la provincia. Además, la temperatura media fue más elevada en todo el país, por lo que la producción aumentó en todas partes.
Según un comerciante, la oferta es abundante en estos momentos. Hay producción nacional disponible de Florida y Texas, además de importaciones de México. La demanda es estable. “La oferta y la demanda están equilibradas en la mayoría de los casos. La gente no se decanta por las ensaladas con el frío y la nieve de esta época del año”, dice un comerciante. Los precios están bajo presión porque está llegando la oferta mexicana a buen ritmo. La temporada de Florida se retrasó un poco por los huracanes del otoño de 2017. Los costes logísticos son considerables. Transportar en camión suele ser más caro cuando se aproximan las Navidades, pero, a diferencia de otros años, los precios no han caído después.
Actualmente, el mercado es complicado, según un comerciante. Debido a las Navidades, la demanda ha caído, aunque se espera que se recupere cuando acaben las vacaciones escolares. Las condiciones meteorológicas han sido ideales para el cultivo, sin demasiada lluvia y temperaturas altas, lo que significa que hay exceso de oferta en el mercado. La semana pasada se ha descrito como “una pesadilla”. El precio de una caja de 6 kilos ha caído a tan solo 10-15 rands (0,60-1 euros). Ahora, ha subido un poco, pero la enorme oferta ha mantenido todos los precios bajo presión. Los tomates maduros alcanzan ahora de 1 a 1,30 euros, y los verdes, entre 1,30 y 2 euros por 6 kilos.
Con una producción de 2,4 millones de toneladas al año, Nigeria bien podría ser el mayor productor de tomates al sur del Sáhara. Este país del África Occidental ocupa el puesto 13 a escala global. Sin embargo, el sector se enfrenta a grandes desafíos de distribución, almacenamiento y cultivo.
En Rusia, el cultivo de hortalizas de invernadero sigue subiendo a paso firme, en especial el de tomates. El año pasado, se construyeron ya 150 hectáreas de invernaderos hortícolas de alta tecnología, y para este año se espera una cifra similar. La empresa rusa Agrokultura ha comenzado a crecer con un invernadero de 27 hectáreas que se utilizará para la propagación de plantas jóvenes y el cultivo de pepinos y tomates.
Si bien la horticultura en estos países se encuentra en sus primeros días y hay mucho espacio para la mejora, se están haciendo grandes inversiones en nuevos complejos de invernaderos. Los fabricantes de invernaderos están desarrollando varios proyectos, entre otros países, en Georgia y Kazajistán. Los invernaderos se destinan principalmente al cultivo de pepinos y tomates.