Los 9.000 productores de ganado que existen en la provincia de Esmeraldas, manifiestan su preocupación ante los constantes robos de los que son víctimas, además, de la extorsión a ciertos hacendados por parte de delincuentes.
Por ello, solicitan al gobernador, Pablo Hadathy, que los reciba en audiencia para buscar una salida a la problemática, que obviamente deber ser encaminada a la implementación de medidas de seguridad para proteger el hato ganadero de las haciendas, porque son recurrentes los robos en el cantón y la provincia de Esmeraldas.
Por otra parte están planteando que se endurezcan las penas y las leyes, porque, de acuerdo con los ganaderos, estas son permisivas que antes de frenar a los asaltantes los están estimulando, contribuyendo a que se enraíce el abigeato en la jurisdicción provincial.
Puestos de seguridad
El presidente de la Asociación Provincial de Ganaderos, Jaime Vaca, como alternativa solicitó que se pongan a funcionar nuevamente los retenes o puestos de seguridad en las vías y carreteras de la provincia, toda vez que nadie controla en horas de la noche y madrugada la salida del ganado.
Agregó que, a pesar de que es prohibido movilizar las reses en esas horas, pero se lo está haciendo, lo que mantiene en zozobra al sector ganadero que clama porque se les garantice seguridad para precautelar la producción ganadera.
A fin de defender su patrimonio y la vida de los productores que hoy está amenazada, plantean la posibilidad de que las autoridades correspondientes, avalen la tenencia de arma, indispensable para su seguridad.
El cometimiento del abigeato se focaliza en las zonas rurales de Esmeraldas. En esos lugares la ganadería constituye una fuente de trabajo y de bienestar para miles de familias esmeraldeñas.
Genera desconfianza
La acción de los abigeos ha generado desconfianza en el área rural, debido a que los ganaderos pequeños, medianos y grandes tienen recelo de dejar sus animales. “Es importante el perjuicio que provoca este delito en el patrimonio de los pequeños empresarios”, manifestó Vaca.
Añadió que si un pequeño productor de leche tiene seis vacas y le roban dos, le afectan en un 35% de su inversión y, por lo tanto, disminuye la producción y seguridad alimentaria de su finca y dentro de la zona si esos casos se repiten en forma frecuente.