Ciertos hongos que están presentes en las plantas, y que pueden ser observados sólo a través de lupas y microscopios, comienzan a ser materia de interés científico por los beneficios que representan para el agro, debido a que pueden proteger a las pasturas contra la sequía y el ataque de sus enemigos naturales. Mientras estudian sus efectos en los ecosistemas, algunos ya comenzaron a tratar de aislarlos para generar nuevas herramientas aplicadas a la producción de forrajes.
Marina Omacini, profesora adjunta de la cátedra de Ecología la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), explicó estudian la simbiosis entre plantas y microorganismos benéficos como los hongos que se asocian a las raíces (formando las llamadas micorrizas) y los hongos que están en los tejidos aéreos de muchos pastos. Éstos últimos se denominan endófitos asexuales, científicamente llamados Epichloë, y protegerían a las pasturas contra el ataque de ciertos insectos y hongos patógenos, además de aumentar la tolerancia al estrés.
“Evaluamos la posibilidad de realizar un manejo distinto de los sistemas productivos con estos microorganismos que le brindan a la planta o al pastizal funciones que hoy se reemplazan con insecticidas o fertilizantes. Pensamos que estos beneficios podrían ser aprovechados para disminuir el uso de agroquímicos y mejorar la sustentabilidad de los agroecosistemas”, explicó Omacini.