jueves, 19 septiembre 2024.
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Un nuevo patrón de sandía resistente a fusariosis y nematodos

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Una nueva línea de sandía desarrollada por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) y la Universidad Clemson llega a la raíz del problema de una enfermedad y una plaga importantes en los cultivos de sandía del sur de los Estados Unidos.

Carolina Strongback es un patrón de sandía resistente a fusariosis y al nematodo agallador, según William “Pat” Wechter, patólogo vegetal del Laboratorio de Investigación Vegetal del ARS (USVL) en Charleston, Carolina del Sur. La fusariosis, una enfermedad transmitida por el suelo que amenaza a los cultivos vegetales, puede permanecer en la tierra 30 años o más, y los fumigadores utilizados para controlarla ya no están disponibles, añade. Además, la sandía es extremadamente susceptible a los nematodos, especialmente brutales con los cultivos del sureste.

Las sandías susceptibles se pueden injertar sobre patrones resistentes u otros vegetales como calabacines y calabazas para controlar ciertos patógenos, dice Wechter. El injerto, utilizado durante muchos años en otros países, es un concepto nuevo en los Estados Unidos. Algunas sandías injertadas en patrón de calabacín se han mostrado resistentes a la fusariosis, pero susceptibles al nematodo.

En las pruebas en suelos muy infestados de fusariosis y nematodos, Carolina Strongback ha dado buenos resultados y ha mantenido un elevado nivel de producción de fruta cosechada, según Wechter.

Para desarrollar esta línea de sandía, Wechter ha trabajado con dos líneas silvestres de Citrullus amarus que poseían la resistencia a fusariosis y nematodos. Trabajando con el genetista Amnon Levi, del  USVL, Wechter cruzó las líneas de Citrullus amarus y después hizo selecciones para numerosas generaciones con el fin de producir las mejores plantas. Wechter se asoció con Richard Hasell, científico hortícola de la Universidad Clemson, experto en injertos, para probar las plantas. Continuaron haciendo selecciones para producir la línea resistente final, Carolina Strongback.

Seleccionado por sus cualidades de injerto y su producción de semillas, el material de Carolina Strongback lo pueden usar compañías de semillas, compañías de injertos y productores de sandías como patrón para el cultivo de cultivares de sandías susceptibles en suelos infestados por el patógeno fusariosis y los nematodos agalladores.

El ARS ha presentado una patente vegetal para esta tecnología y está trabajando con una empresa comercial para un acuerdo de licencia.

El Servicio de Investigación Agrícola es la principal agencia científica de investigación interna del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Cada día, el ARS pone el foco en las soluciones a los problemas agrícolas que afectan al país. Cada dólar invertido en investigación agrícola se transforma en un impacto económico de 20 millones de dólares.

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Una nueva línea de sandía desarrollada por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) y la Universidad Clemson llega a la raíz del problema de una enfermedad y una plaga importantes en los cultivos de sandía del sur de los Estados Unidos. Carolina Strongback es un patrón de sandía resistente a fusariosis y al nematodo agallador, según William "Pat" Wechter, patólogo vegetal del Laboratorio de Investigación Vegetal del ARS (USVL) en Charleston, Carolina del Sur. La fusariosis, una enfermedad transmitida por el suelo que amenaza a los cultivos vegetales, puede permanecer en la tierra 30 años o más, y los fumigadores utilizados para controlarla ya no están disponibles, añade. Además, la sandía es extremadamente susceptible a los nematodos, especialmente brutales con los cultivos del sureste. Las sandías susceptibles se pueden injertar sobre patrones resistentes u otros vegetales como calabacines y calabazas para controlar ciertos patógenos, dice Wechter. El injerto, utilizado durante muchos años en otros países, es un concepto nuevo en los Estados Unidos. Algunas sandías injertadas en patrón de calabacín se han mostrado resistentes a la fusariosis, pero susceptibles al nematodo. En las pruebas en suelos muy infestados de fusariosis y nematodos, Carolina Strongback ha dado buenos resultados y ha mantenido un elevado nivel de producción de fruta cosechada, según Wechter. Para desarrollar esta línea de sandía, Wechter ha trabajado con dos líneas silvestres de Citrullus amarus que poseían la resistencia a fusariosis y nematodos. Trabajando con el genetista Amnon Levi, del  USVL, Wechter cruzó las líneas de Citrullus amarus y después hizo selecciones para numerosas generaciones con el fin de producir las mejores plantas. Wechter se asoció con Richard Hasell, científico hortícola de la Universidad Clemson, experto en injertos, para probar las plantas. Continuaron haciendo selecciones para producir la línea resistente final, Carolina Strongback. Seleccionado por sus cualidades de injerto y su producción de semillas, el material de Carolina Strongback lo pueden usar compañías de semillas, compañías de injertos y productores de sandías como patrón para el cultivo de cultivares de sandías susceptibles en suelos infestados por el patógeno fusariosis y los nematodos agalladores. El ARS ha presentado una patente vegetal para esta tecnología y está trabajando con una empresa comercial para un acuerdo de licencia. El Servicio de Investigación Agrícola es la principal agencia científica de investigación interna del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Cada día, el ARS pone el foco en las soluciones a los problemas agrícolas que afectan al país. Cada dólar invertido en investigación agrícola se transforma en un impacto económico de 20 millones de dólares.