jueves, 19 septiembre 2024.
- Premium -spot_img

Internacional: El FIDA alerta del fracaso de las inversiones rurales si no se adaptan al clima

- Gold -spot_img
- Destacado 1 -spot_img

El presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas, el español Álvaro Lario, ha alertado de que, sin adaptación al clima, las inversiones rurales en los países en desarrollo pueden fracasar.

En una entrevista con Efeagro en Madrid, donde se encuentra de visita para pedir un aumento de la contribución de España al FIDA, Lario considera que la financiación para hacer frente al cambio climático se ha vuelto “fundamental”.

La comunidad internacional está estudiando cómo financiar a los países en desarrollo, especialmente los de renta baja con niveles elevados de deuda, para que mejoren su resiliencia ante los eventos meteorológicos cada vez más extremos.

Faltan recursos

El presidente del FIDA destaca la necesidad de integrar la cuestión climática “desde el principio” en el diseño de los programas.

“Si no, lo que ocurre es lo que hemos visto en las inundaciones de Pakistán, en el Cuerno de África y en tantos otros países donde, aunque hagas las inversiones adecuadas, este tipo de eventos extremos hacen que todas esas inversiones se vayan al traste y no tengas la resiliencia para poder continuar alimentando a la población”, sostiene.

El presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Álvaro Lario. Efeagro/Nerea Díaz
El presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Álvaro Lario. Efeagro/Nerea Díaz

A los países pobres se les exigen planes de industrialización y transición energética que no pueden financiar y lo mismo ocurre con la adaptación al clima de la agricultura en las zonas rurales.

Sin embargo, ni la comunidad internacional ni los gobiernos locales están destinando suficientes recursos para combatir el hambre, la pobreza y el cambio climático, cuestiones que requieren una transformación de los sistemas alimentarios y más desarrollo rural.

Por eso el FIDA está intentando combinar sus recursos con los de otros mecanismos como el Fondo Verde para el Clima y los de otros países con vistas a multiplicar la inversión en ese ámbito.

En los países con menos recursos, Lario explica que “buena parte de las pérdidas y los sufrimientos que tienen que sobrellevar las poblaciones rurales tienen que ver con los ‘shocks’ climáticos, como inundaciones, temperaturas demasiado elevadas y sequías”.

Como resultado, subraya, “muchos agricultores y comunidades rurales deben vender sus activos, es decir, su ganado, sus tierras e incluso sus semillas porque no tienen suficiente para alimentarse”.

El dirigente del FIDA defiende que buena parte de sus proyectos están dedicados a la inversión a medio plazo para aumentar la resiliencia ante la falta de ingresos y los efectos “brutales” del cambio climático sobre la población vulnerable.

Alternativa a la ayuda humanitaria

Más de la mitad de los fondos de esta organización se destinan a África subsahariana, donde se necesita impulsar la producción local de alimentos para reducir la dependencia de las importaciones, que se han encarecido sobremanera en el contexto de la guerra en Ucrania y las “distorsiones” de las cadenas globales de suministro.

En Latinoamérica, a la cuestión climática se unen la protección del medio ambiente y el apoyo a los pueblos indígenas y a la agricultura familiar en países con grandes desigualdades que siguen teniendo interés en acceder a préstamos en condiciones más favorables.

En el último trienio de financiación del FIDA, unos 77 millones de personas en el mundo lograron aumentar sus ingresos más que los grupos que no habían participado en sus proyectos, según Lario.

La agencia de la ONU también ayuda a conectar a los pequeños agricultores con los mercados para vender mejor sus productos y trabaja en el campo de las remesas, la principal fuente de financiación externa de muchos países en desarrollo, tratando de canalizar mejor los flujos y reducir sus costes.

Sigue apostando por la financiación rural a través de las cooperativas y los bancos de desarrollo local, de manera que los pequeños agricultores puedan acceder a préstamos a un tipo de interés cero y llevar a cabo proyectos de adaptación al clima como, por ejemplo, de irrigación o de mejora de las semillas.

Con el impacto reciente de la inflación y el aumento de la deuda en muchos países por la depreciación de las monedas locales, Lario defiende que “la única manera de prevenir todas esas crisis es invertir a medio plazo en el desarrollo económico y la cooperación”, ya que cada una de esas inversiones supone un ahorro de hasta diez veces el coste de la ayuda humanitaria.

En su opinión, crear oportunidades en el terreno evitará que la gente se vea obligada a vender sus recursos, abandonar sus hogares, unirse al terrorismo o dedicarse a la minería ilegal, como ocurre en muchas zonas del Sahel.

“Si no cambiamos la trayectoria actual, dentro de cinco años tendremos más conflictos, más migraciones forzadas y más luchas por los recursos” como el agua, advierte el presidente del FIDA.

- Destacado 2 -spot_img
- Silver 1 -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Silver 2 -spot_img

Últimas Noticias