Ante la información que circula sobre la posibilidad de que el arroz de Ecuador posea arsénico en cantidades perjudiciales para la salud, la Prefectura del Guayas, Agrocalidad y el Centro de investigación del arroz de Ecuador desmienten esta información indicando que las pruebas realizadas en las zonas arroceras no llegan a los límites que puedan ser perjudiciales para la salud.
La Prefectura en su cuenta de X asegura que el arroz de Guayas es seguro para el consumo. Después de un estudio conjunto con Agrocalidad, se determinó que el arsénico presente en el arroz está dentro de los rangos aceptables.
Se promueven prácticas seguras, como lavar y escurrir el grano, para mitigar riesgos. Llamamos a informarse por canales oficiales y evitar desinformación que pueda afectar la cadena productiva del arroz, crucial para miles de familias en el país, dice la información.
Hay que recordar que el arsénico es un elemento y un mineral que se encuentra distribuido ampliamente en el ambiente, especialmente en el suelo y en el agua.
Por su parte Heitel Lozano, presidente del Centro de Investigación del Arroz en Ecuador anunció la próxima firma de un convenio con Agrocalidad y otras instituciones para potenciar las buenas prácticas agrícolas en el cultivo de arroz.
En un esfuerzo coordinado con la prefectura y el Iniap, el objetivo es capacitar a técnicos y agrónomos, estableciendo un convenio tripartito que aborde temas de arroceros, demostrando la calidad del grano.
La firma de este convenio está programada para este jueves en Santa Lucía, marcando un hito en la colaboración para elevar los estándares en la producción de arroz. Lozano enfatizó la importancia de trabajar en conjunto con la comunidad y señaló que, según análisis preliminares, los niveles de arsénico en el arroz no representan un riesgo para la salud.
Además de las iniciativas de seguridad alimentaria, el Centro de Investigación del Arroz está inmerso en el desarrollo de variedades mejoradas. Con trece ensayos de variedades en Santa Lucía, se espera que los resultados validen siete años de investigación, con la meta de obtener registros de variedades altamente productivas hacia el mes de octubre o noviembre de este año.
Lozano destacó que los agricultores están adoptando de manera significativa el uso de semillas certificadas, respaldando las iniciativas gubernamentales que promueven su utilización. Esta conciencia está transformando el mercado, mejorando la calidad de las cosechas y contribuyendo al crecimiento sostenible del sector arrocero.
Este conjunto de proyectos refleja un compromiso integral para fortalecer la seguridad alimentaria y la prosperidad en la producción de arroz en Ecuador, dijo.