Una delegación conformada por todos los productores europeos de plátano y banana de Canarias, Martinica, Guadalupe y Madeira se ha reunido con el propósito de examinar la “creciente crisis económica experimentada en el año 2023”, según señala un comunicado de prensa de la Asociación de Organización de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) y la Asociación de Productores Europeos de Plátano y Banana (APEB). La nota destaca que los productores europeos de plátano y banana están “atenazados por el incremento de los costes y la ausencia de condiciones a las exportaciones”, reclamando “una acción institucional que es inaplazable”.
Los productores de los países comunitarios han coincidido en identificar las principales causas de su situación en “el incremento desmedido de los costes de producción, hasta el 30% en muchos casos en tan solo dos años; el cambio climático, que ha situado a sus producciones en niveles nunca vistos históricamente; la normativa comunitaria desigual en condiciones sociales, medioambientales y de seguridad alimentaria, que favorece cada vez más a las producciones de terceros países; y la utilización de la banana importada como marca de distribución en contraposición a la aplicación de márgenes mucho mayores a la producción europea”.
Según el comunicado, “la combinación de todas estas circunstancias ha llevado a las producciones comunitarias de plátano y banana a una nueva situación límite. En Francia, las producciones han finalizado el año 2023 en números negativos, a la vez que Canarias y Madeira apenas han conseguido recuperar, de media, los costes de su actividad”.
La perspectiva para 2024 no muestra indicios de mejoría, y por ello, “los productores reclaman una acción institucional que dé viabilidad al sector europeo justamente cuando este debe afrontar exigencias que, sin embargo, esas mismas instituciones ni se proponen aplicar a las importaciones de terceros países”.
La APEB representa “una actividad estratégica en las regiones ultraperiféricas de Francia, España y Portugal, ya que la producción y exportación de plátano se desarrolla en zonas rurales alejadas y donde no existe alternativa de actividad para los más de 30.000 empleos anuales que comprende”.